El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha reivindicado este martes que, si se produce un acuerdo en el Consejo Nacional del Agua, como el que se alcanzó sobre el trasvase Tajo-Segura, "se tiene que respetar", o en todo caso volver convocar a este órgano y tomar "otra decisión".
Puig se ha pronunciado así en Bruselas en declaraciones a los medios de comunicación sobre las alegaciones que ha presentado el Gobierno valenciano al Consejo de Estado sobre el plan del Tajo, de las que ha señalado que buscan defender el interés de la Comunidad Valenciana y la necesidad de agua de esta región.
En estas alegaciones, ha resaltado, lo que se pide es que el Consejo de Estado "entienda" la posición de la Comunitat Valenciana, que también comparte Murcia, de que "se produjo un acuerdo y que por tanto no se ha actuado de manera correcta" al no respetarlo.
Ha insistido en que en el Consell están "permanentemente abiertos al diálogo", porque saben que "la confrontación y las guerras del agua no sirven para nada " y en consecuencia hay que buscar puntos encuentro, pero "evidentemente desde la defensa clara, nítida, de los intereses de los regantes y de la Comunidad Valenciana".
El president ha destacado que lo que se plantea en las alegaciones es que se vuelva a la redacción original de la exposición novena del acuerdo del Consejo Nacional del Agua sobre la fijación de los caudales ecológicos del Tajo, "y sobre todo que se haga un planteamiento desde el diálogo".
El jefe del Ejecutivo valenciano ha apelado a que se produzca una "confluencia de intereses", porque no se puede estar permanentemente en "una situación de confrontación", y ha insistido en que a través del diálogo y del consenso se busquen "soluciones inmediatas" para que el precio del agua desalada "sea aceptable" y competitivo para los agricultores.
Además, ha reclamado que en lo estructural se tenga en cuenta que se está hablando de una transición, en la que todas las inversiones, que aplaude y le parecen "muy positivas", se tienen que ejecutar con "un plazo determinado y acompasadas a la menor percepción de agua del acueducto".
Puig ha recalcado que el trasvase Tajo-Segura es "irrenunciable" y que la Comunidad Valenciana quiere que el Tajo "esté vivo", que todas las obras que además le vengan a dotar de mayor vida, de mayor agua por la depuración de las aguas de Madrid, finalmente impidan que tenga que crecer necesariamente el caudal ecológico en los en los años siguientes a 2025.
Preguntado por la manifestación convocada para este miércoles por los regantes en Madrid, ha manifestado que tienen "todo el derecho a plantear las protestas que ellos consideren oportuno", pues la reivindicación "está bien", aunque debe ir "acompañada siempre de la voluntad de acuerdo y diálogo".
"Espero que por todas las partes implicadas en este caso se tenga esa visión", ha afirmado Puig, quien ha lamentado que hay gente que desde el punto de la política intenta "erosionar a los gobiernos; solo tienen ese interés, no tienen ningún interés con el agua".
El presidente ha reiterado que el interés del Consell es "solucionar el problema definitivamente del agua" y que los agricultores tengan "agua para siempre", a través de la desalación, de la regeneración, de las aguas subterráneas que se puedan utilizar, "y por supuesto a través del Tajo-Segura".
