La cerveza artesanal defiende su valor en la industria en un contexto hostil

La pandemia y la guerra en Ucrania han golpeado fuertemente a la cerveza artesanal en España, que sin los recursos de las grandes firmas de la industria y soportando altos costes de producción apela a su valor añadido para recuperar el terreno perdido en los últimos dos años...

Javier donate aecai 2

La pandemia y la guerra en Ucrania han golpeado fuertemente a la cerveza artesanal en España, que sin los recursos de las grandes firmas de la industria y soportando altos costes de producción apela a su valor añadido para recuperar el terreno perdido en los últimos dos años.

Antes de la covid-19, el sector protagonizó un 'boom' y su producción creció casi un 80 "Hemos desaparecido un poco del mapa y nos hace falta que la gente vuelva a ver lo que estamos haciendo porque no tenemos los recursos que tienen las grandes empresas", expresa a Efeagro el presidente de la Asociación Española de Cerveceros Artesanos Independientes (Aecai), Javier Donate.

SE ACABÓ EL 'BOOM'

Aquella moda de la cerveza artesanal tuvo su momento álgido hace unos ocho años, pero ahora ya está extendido entre la gente lo que es este tipo de producto, hay un mercado establecido y una industria propia en la que participan centenares de cerveceras, cuenta Donate.

Estas empresas están sufriendo un encarecimiento de sus costes de producción, principalmente por los precios de la energía y las materias primas, la falta de vidrio y de latas, la disminución de su presencia en algunos canales de distribución y una caída en el consumo, relata el representante de la Aecai.

"Ahora el sector está en un momento más difícil que en la pandemia. La subida de costes ha sido realmente absurda y es súper difícil de manejar, ya que no podemos trasladar los costes que tenemos hacia al consumidor de forma directa", expresa Donate.

Es la situación que le trasladan diferentes actores del sector, a la espera de que la Aecai plasme en datos esta realidad en un nuevo informe.

VÍAS DE RECUPERACIÓN

Para compensar estas contingencias, los cerveceros artesanales confían en apoyare en el mayor consumo de cerveza que siempre en verano, en una campaña que augura ser muy positiva para el turismo, poniendo el acento en su modelo de negocio como valor añadido.

"Las diferencias van mucho más allá de lo que es el producto en sí. El foco hay que ponerlo en lo que somos: empresas pequeñas que estamos repartidas en territorios muy dispersos, normalmente en localidades pequeñas, y que estamos generando por 27 el ratio de empelo frente a una cervecera industrial", explica Donate.

El sector ha comenzado a retomar las ferias, festivales y eventos en fábricas ahora que la gente ha vuelto a salir, y también ha vuelto a estar presentes en tiendas y bares especializados, a los que la covid-19 también les infligió un parón, indica el representante de la Aecai.

Para entrar en las grandes cadenas de distribución y en los canales comunes de hostelería, la cerveza artesanal pelea con las grandes marcas, que también anhelan recuperar este vía de negocio, una de sus principales, pero lo hacen con muchos menos recursos.

En su último informe hasta la fecha, de diciembre de 2021, la Aecai consignó que la cuota de producción de cerveza artesana sobre el total de la cerveza en el país fue del 0,5 %, "una cifra pequeña pero que evidencia el enorme margen de crecimiento que tiene el sector", según Donate.

Para la elaboración de este estudio, la Aecai contactó a 420 cerveceras artesanales activas, el 87 % de las cuales se encontraba fuera de las capitales de provincia, que empleaban en total a más de 1.000 personas.

La Aecai entiende por cervecera artesana independiente a aquella que tiene una producción máxima anual de 5 millones de litros, que sólo usa malta, de cebada y/o de trigo, como fuente de almidón, y que no está participada directa o indirectamente por empresas que incumplan estos principios de volúmenes e ingredientes.