El Plan para bajar la sal, el azúcar y las grasas en los alimentos se cumplía al 50% a falta de un año

El cumplimiento de los objetivos incluidos en el plan acordado por las autoridades españolas y cerca de 400 empresas del sector alimentario para reducir el contenido de sal, azúcar y grasas de sus productos rondaba el 50%, a falta de un año para que expirara el plazo acordado...

Azucar

El cumplimiento de los objetivos incluidos en el plan acordado por las autoridades españolas y cerca de 400 empresas del sector alimentario para reducir el contenido de sal, azúcar y grasas de sus productos rondaba el 50"evaluación intermedia" de dicho proyecto, que abarca el período 2017-2020.

El análisis está basado en los datos recogidos en una muestra representativa de productos realizada a finales de 2019, un año antes de que expirase el plazo; está previsto que durante el actual ejercicio se extraigan las conclusiones definitivas.

El llamado "Plan de colaboración para la mejora de la composición de los alimentos y bebidas y otras medidas 2017-2020" recogía el compromiso de veinte asociaciones sectoriales para reducir sal, azúcar y grasas en cerca de 4.000 referencias, respecto a los niveles que presentaban en el año 2016.

Éstas se distribuían en 13 grandes categorías: aperitivos salados, refrescos, bollería, cereales, cremas, embutidos, galletas, helados, néctares, pan envasado, platos preparados, lácteos y salsas.

Productos como pizzas, hamburguesas, cremas saladas para untar, mantequillas y cualquier tipo de golosina o caramelo no estaban incluidos.

De acuerdo con el análisis, en el ámbito de la reducción de azúcares se cumplían a cierre de 2019 el 46,3% de los acuerdos suscritos (19 de 41); y sera del 43,8% en el caso de los firmados para bajar el contenido de sal (7 de 16).

Mejores datos muestra el estudio respecto a la reducción de grasa saturada, con un grado de cumplimiento del 66% (4 de 6 acuerdos), y de grasa total, en el que ya se alcanza el 100 % de la meta planteada (4 de 4).

También señala cuáles son las categorías donde había mayor margen para "reformular" y mejorar el perfil nutricional antes del plan: en el caso del azúcar, cita los cereales de desayuno infantil chocolateados y las rosquillas con cobertura; con la sal, cita aperitivos, chorizo, surimi, croquetas y jamón cocido extra; y en grasas, menciona las galletas rellenas y de desayuno, entre otras.

Aesan advierte en el documento de que la iniciativa surgió para exigir "implicación y esfuerzo" a todas las compañías del sector que la apoyaron, por lo que han instado a que "ninguna empresa deje de hacer reducciones", aprovechando que el objetivo marcado se haya cumplido gracias al trabajo de otros de sus competidores.

Además de implicar a los fabricantes de alimentos y bebidas, el proyecto abarca igualmente a empresas del sector de la hostelería (grandes cadenas organizadas, empresas de "catering" y comedores, así como firmas especializadas en máquinas de "vending"), aunque los criterios para evaluarlos serán distintos

Los responsables de Aesan han reconocido que tendrán en cuenta el impacto de la covid-19 en el negocio de estos últimos a la hora de recoger los datos y proceder a la evaluación final de los compromisos adquiridos en un plan que, según sus impulsores, ha suscitado "gran interés por parte de otros países y de organismos internacionales" como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la UE.