El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reiterado este lunes que esta región siempre ha sido y es solidaria al cien por cien con el agua del Tajo si es para beber y uso urbano en las comunidades autónomas del Levante, pero ha precisado que "aquí no sobra" agua.
"Me quedo con la teoría de la solidaridad hídrica del Levante: agua para beber, sí. Agua para regar, si sobra. Y aquí no sobra”, ha asegurado García-Page en su intervención tras la visita a las obras del nuevo Campus de la Universidad de Alcalá (UAH) en Guadalajara, donde ha dicho que está dispuesto a llegar a ese acuerdo con el Levante.
Se ha referido a aquellos que frenaron durante muchos años las desaladoras porque era más fácil tener "agua regalada" del Tajo y ahora, con la sequía, "miren por dónde, las desaladoras van a ser el invento del siglo. Si no hay nada como esperar. Al invento del siglo me apunto también. Si no hay nada como esperar, no hay nada como aguantar, como ir viendo que las circunstancias finalmente se alinean".
Ha abogado por el uso al máximo posible de las nuevas tecnologías y, en ese sentido, ha recordado que la desalación ha venido a paliar y a salvar el déficit hídrico.
García-Page ha advertido de que también la sequía "ayuda para que aparezcan sobre la mesa las cartas que hemos visto otras veces marcadas".
En este sentido, y ha incidido en que Castilla-La Mancha "es la región por excelencia sin agua, lo lleva hasta la etimología del nombre", pese a lo cual durante la dictadura se puso en marcha el trasvase desde la cabecera del río Tajo hasta la cuenca del Segura, que ha calificado como "una hipoteca, en definitiva, una usurpación de agua ".
Si no hubiera pantanos no hubiera habido reservas de agua en momentos difíciles y es curioso, ha dicho, que con la sequía "se ven imágenes en donde en los pantanos, cuando ya están muy vacíos, aparecen iglesias, cosas que estaban inundadas.
El presidente castellano-manchego ha dicho que sigue siendo partidario de que los ríos los administre el Estado, porque vinculan a toda España, pero" es importante que nos aclaremos".
"Es bonito ver cómo ahora se llama solidaridad hídrica. Eso del agua para todos, sólo si es de beber, no de agua para regar. Y además, si es de desaladora del Estado, estupendo. Me quedo con esa teoría, que nos la apliquen a nosotros", ha asegurado Page.
Ha añadido que se queda con esta teoría porque "de una vez por todas se ha puesto sobre la mesa lo que realmente viene siendo una hipoteca, una herida abierta en esta tierra de manera lacerante".
En ese sentido, ha señalado que durante años muchos pueblos de la provincia de Guadalajara donde se encuentran los pantanos de cabecera del Tajo se abastecían en verano con cisternas, y que se han tenido que postergar desarrollos urbanísticos porque los planes de ordenación urbana no podían garantizar el abastecimiento y también se han visto postergadas obras hidráulicas.
"Por favor, ¿nos van a hablar a nosotros de solidaridad hídrica?", se ha preguntado el jefe del Ejecutivo castellano-manchego.
