La Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía ha criticado la autorización de un trasvase de 20 hectómetros cúbicos del Tajo al Segura para enero, por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, porque no sigue los criterios de prevención y precaución.
En una nota de prensa, la asociación ha asegurado que no entienden la decisión del Ministerio, que se ha basado en la situación de los embalses de la cabecera del Tajo, que están en nivel 3 -de situaciones hidrológicas excepcionales-, aunque se prevé que el sistema pueda alcanzar el nivel 2, es decir, superar los 643 hectómetros de agua embalsada en Entrepeñas y Buendía, aunque sin superar los 1.300.
Al respecto, los municipios ribereños han recibido "con estupor" la decisión de un nuevo envío de 20 hectómetros cúbicos desde la cabecera, cuando están pendientes de derivar 47 hectómetros cúbicos de anteriores trasvases, y han advertido: "Cualquier subida es ficticia de cara a cuando se necesite realmente el agua, en primavera y verano".
El presidente de la asociación, Borja Castro, ha afirmado: "No entendemos la decisión y las explicaciones nos parecen contraproducentes, los principios de prevención y precaución sólo se aplican para los intereses de la agroindustria, no para los de la cuenca cedente".
“Nos encontramos a las puertas de una decisión histórica que puede cambiar el cauce de esta historia si se atienden los criterios técnicos y medioambientales", ha apuntado Castro en referencia a que quedan apenas dos semanas para que se cumpla el plazo establecido para modificar las reglas de explotación del Acueducto Tajo-Segura.
Esta modificación está encaminada, en teoría, "a adecuar los envíos a las necesidades del Tajo y no a las exigencias de los regantes del Segura", ha señalado Castro, que sin embargo ha lamentado: "Pero de momento, la única certeza es un nuevo envío de 20 hm3".
En este sentido, y a pesar de las crecidas propiciadas por las últimas lluvias, los municipios ribereños se muestran cautelosos a sabiendas de que esa agua podría derivarse al Segura.
Y han advertido: “Es imposible crear un clima de seguridad que atraiga empresas y empleo a la zona si no contamos con una lástima estable de agua que asegure una rentabilidad a la inversión".
