El Miteco apuesta por elevar los márgenes de seguridad en la planificación hídrica

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha dicho que la crisis coyuntural que ha motivado la pandemia, unidas a otras globales como el cambio climático o la biodiversidad, debe de conducir a "aumentar los márgenes de seguridad en la planificación de los recursos hídricos"...

Hugo Morán, Secretario Estado de Medio Ambiente (Foto Miteco)

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha dicho que la crisis coyuntural que ha motivado la pandemia, unidas a otras globales como el cambio climático o la biodiversidad, debe de conducir a "aumentar los márgenes de seguridad en la planificación de los recursos hídricos".

En la jornada 'Conversa', promovida por Radio Huelva Cadena SER, Morán ha incidido en que la salida de la crisis de la covid-19 "ha venido a determinar las prioridades y el agua está la cúspide del principio de seguridad".

Ha señalado que la seguridad hídrica "debe contemplarse desde una doble óptica; por una parte, la mejora en la garantía de suministros, fundamentalmente de los urbanos, y por otro, el de garantizar las infraestructuras que permiten el almacenamiento y la distribución para conseguir que en escenarios más complejos se garanticen el abastecimiento humano y el suministro para las actividades esenciales".

Se ha referido a dos de las infraestructuras de la provincia de Huelva, el túnel de San Silvestre y la presa de Alcolea, y del primero ha indicado que es "un proyecto crítico para el abastecimiento y una obra prioritaria para el Ministerio porque viene a garantizar un abastecimiento de agua que ahora está en peligro, porque el actual túnel sufre de un grave deterioro".

Morán ha recordado que ya se han iniciado los trámites para su sustitución y se prevé que las obras se liciten a finales de año y cuenten con una inversión de 64 millones de euros.

Con respecto a la presa de Alcolea, que sumaría para la provincia un volumen adicional de 135 hectómetros cúbicos al sistema hídrico Chanza-Piedras, ha recordado que las obras comenzaron a finales de 2012 y se paralizaron en 2017, año en que Aquaes resolvió el contrato con la adjudicataria por incumplimientos, al situarse el estado de ejecución en sólo el 20 "la duda respecto a la calidad de agua y su incompatibilidad para determinados usos" ya que "algunos análisis determinan que las aguas son demasiados ácidas para el regadío, muy salinas y con presencia importante de metales".

De esta forma, se está a la espera de la elaboración por parte del Cedex de un "análisis exhaustivo de la calidad del agua y de si son necesarios tratamientos complejos añadidos para su uso en el regadío; una vez que se concluya este estudio y se aporte al expediente desde la Dirección General del Agua se adoptará una decisión al respecto de este proyecto y si se retomará o no".