Greenpeace pide el fin de la "insensata política hídrica" en España

La organización ecologista Greenpeace ha pedido al Gobierno el fin de la "insensata política hídrica" en España, el país más árido de Europa en donde el 75% de su territorio es susceptible de sufrir desertificación...

Tierra seca sequía (Foto Fenacore)

La organización ecologista Greenpeace ha pedido al Gobierno el fin de la "insensata política hídrica" en España, el país más árido de Europa en donde el 75"potencial" sequía en todas las regiones, ha señalado en un comunicado la citada organización ecologista.

El pasado mes de enero fue el segundo más seco y el décimo más cálido del siglo, y las aguas embalsadas apenas alcanzan el 44% de media, situación con tendencia a seguir generalizándose ya que “el recurso más necesitado para la vida” es cada vez más escaso.

Sin embargo, Greenpeace ha achacado el problema de salud de las cuencas fluviales a “algo más que la falta de lluvias”, esto es, la mala gestión y la contaminación, que agravan aún más la situación.

Para Julio Barea, portavoz de agua de Greenpeace, España encamina su política hídrica a satisfacer cualquier demanda de agua, “por insostenible que sea”, y ha ejemplificado su razón con el caso de los regadíos en el Parque Natural de Doñana.

El portavoz ha lamentado que "este otoño no ha llovido y se ha seguido regando como si nada", y ha advertido de que es urgente "poner coto a este despilfarro".

A la escasez se le suma que contaminamos nuestras aguas con vertidos, ha continuado el portavoz, y existen pueblos que por este motivo, apenas disponen de agua potable.

Asimismo, ha alertado que por este camino “nos dirigimos a una futura catástrofe”, ya que las sequías provocan pérdidas económicas, riesgo sanitario y graves impactos medioambientales.

Ante la urgencia por abordar este problema con el agua y garantizar su disponibilidad, Greenpeace ha demandado cambios en las políticas hidráulicas tradicionales y en las forestales, y una conversión del sistema energético en renovable y de los regadíos intensivos en explotaciones sostenibles.

Además, ha propuesto la implantación de regímenes de caudales ecológicos y ha exigido prohibiciones en pozos ilegales, proyectos de ganadería industrial y edificaciones de instalaciones con altas demandas de agua.