Expertos abogan por mejorar gestión del agua y ajustar el uso agrícola por su impacto

El fuerte impacto de la sequía obliga a las administraciones a hacer una política más eficiente de la gestión del agua y de las infraestructuras hídricas y a revisar los usos agrícolas...

Regadío aspersión recurso (Foto Fenacore)

El fuerte impacto de la sequía en la economía andaluza obliga a las administraciones a hacer una política más eficiente de la gestión del agua y de las infraestructuras hídricas y a revisar los usos agrícolas dado que en Andalucía "hay un agricultura muy intensiva en agua cuando es una región seca".

Esta es una de las ideas expuestas en unas jornadas sobre la economía andaluza, organizada por la Academia de Ciencias Sociales y Medio Ambiente con la colaboración de la Fundación Unicaja, por el catedrático de Economía de la Universidad Loyola Andalucía Alejandro Cardenete, y en la que también ha intervenido Felisa Becerra, miembro de Analistas Económicos de Andalucía.

Han constatado que el impacto de la sequía en 2022 y en 2023 en la economía andaluza es mayor que en España, ya que el peso de la industria agroalimentaria ronda el 15 "es muy intensiva en agua cuando es un bien escaso" y, de hecho, ha apuntado que hay en el olivar hay regadíos superintensivos.

Además, ha sostenido que hay deficiencias en la gestión puesto que hay pantanos sin conducciones y otros con conducciones que pierden mucha agua y ha puesto de ejemplo a Israel, un país extremadamente seco, donde el agua "tiene un precio y cada gota vale su precio en oro" mientras que "aquí el agua no vale" y, además, allí disponen de sistema para maximizar su uso.

A este respecto, Felisa Becerra ha añadido que en las últimas décadas las administraciones se han volcado en inversiones en infraestructuras del transporte y se han olvidado de las hídricas.

En este sentido, Cardenete ha apuntado que actualmente hay una "pugna" entre el gobierno central y el autonómico por las competencias para ejecutar infraestructuras hídricas.

En el terreno económico, ambos analistas han confirmado el debilitamiento de la economía en general, con previsiones de crecimiento para este año en Andalucía del 2,3 % y del 1,7 % para 2024, y una tasa de paro del 18,3 % y del 17,8 %, respectivamente.

El crecimiento andaluz estará unas décimas por debajo del previsto para España debido al impacto de la sequía y, principalmente, se sustenta en el consumo público y privado y en el sector servicios.

Andalucía mantendrá un diferencial de la tasa de paro superior en unos siete puntos con España, donde bajará en torno al 11 % en 2024 y es, según Cardenete, la tasa natural o el nivel de pleno empleo, que se da cuando todos los sectores funcionan a pleno rendimiento.

Sin embargo, ha explicado que en otros países el pleno empleo se produce con una tasa de paro entre el seis y siete por ciento y la diferencia con España es que aquí "cumplimos con todo para tener un mercado laboral ineficiente" y, en este sentido, se ha referido a la escasa movilidad, al despido caro, a la subida del SMI y a las altas prestaciones por desempleo.

De hecho, ha afirmado que "no hay encima de la mesa una reforma estructural del mercado de trabajo porque el coste social y político a corto plazo es muy alto" y ha advertido de que la reforma en la que trabaja el Ministerio de Empleo sobre el subsidio por desempleo desincentiva la búsqueda de empleo.