El especialista en Hidrogeología, Regadíos y Planificación Hidrológica, Joan Corominas, ha abogado por "repensar" la instalación de nuevos regadíos, ya que se enfrentan a problemas de escasez de agua, costes y de mercado.
"No conozco el caso concreto de Tierra de Barros, no me quiero pronunciar, ojo con ello", ha advertido en la Comisión de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio de la Asamblea de Extremadura, donde ha comparecido por videoconferencia a petición de Unidas por Extremadura.
A su juicio, hay "muchas posibilidades" para mejorar los regadíos existentes, pero "no tanto" para incrementar las plantaciones, lo que va a venir marcado por el mercado.
En este sentido, ha enumerado los "problemas que se le vienen encima" al regadío por las restricciones de agua, la contaminación difusa y la recuperación de costes, un asunto en el que la Unión Europea ya ha dado el "último toque" a España.
A su juicio se va a producir un incremento de costes del agua que va a repercutir en la rentabilidad de estas producciones, mientras disminuyen las ayudas de la Política Agraria Comunitaria (PAC).
De ahí que haya insistido en "repensar" si es conveniente aumentar las producciones", lo que ha argumentado con lo ocurrido los últimos 25 años con la "explosión" del olivar de riego en España.
Ha pasado de 700.000 a casi 1,5 millones de hectáreas de superficie, mientras que el precio se ha reducido de 4/4,20 euros por kilo de aceite a 2/2,40 euros.
Es decir, la producción ha aumentado por dos y el precio se ha dividido casi por dos, ha precisado.
Según este experto, el valor de la producción ha subido solo el 15"gran esfuerzo" público-privado para transformar casi 800.000 hectáreas en regadío.
Corominas ha asegurado que la producción de olivar de montaña está "casi arruinada" y que lo están "pasado muy mal" el de secado y el de bombeo, y "solo se salvan" las nuevas de plantaciones de intensivo y superintesivo.
A su juicio, aumentar la producción sin asegurar su viabilidad comercial conduce "a la ruina de muchos por mejorar unos pocos".
Corominas ha aclarado también de que las zonas regables son "dinámicas", pero no siempre redunda en empleo.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), las ocho o diez poblaciones andaluzas con más densidad de regadío por habitante también tenían más desempleo por habitante.
Sobre la modernización, ha señalado que no ha sido útil en cuanto a ahorro de agua, pero sí ha servido para aumentar producción y empleo, lo que ha ayudado a fijar población en el territorio.
