El Colegio de Economistas urge a adaptar los cultivos de Málaga al agua disponible

El Colegio de Economistas de Málaga urge a adaptar las modalidades de cultivos en la provincia a los recursos hídricos disponibles para mitigar el efecto de la sequía, ante lo que califica de "falta de planificación"...

Cultivo aguacate (Foto Asoc Española de Frutas Tropicales)

El Colegio de Economistas de Málaga urge a adaptar las modalidades de cultivos en la provincia a los recursos hídricos disponibles para mitigar el efecto de la sequía, ante lo que califica de "falta de planificación" para una adecuada relación entre unos y otros, principalmente en la Axarquía con los subtropicales.

En este sentido, el Colegio precisa en un comunicado que ese es un cultivo "propio para años de excedentes hídricos, pero no de sequía como la que atravesamos" y cree fundamental para la economía de la provincia la urgente adaptación de los cultivos "a la nueva situación meteorológica que parece asentarse definitivamente según la tendencia de los últimos años".

Valoran el empleo y riqueza generados durante estos años –gracias en buena parte a las exportaciones– por cultivos subtropicales como el mango y el aguacate que, "si bien gozan de un entorno favorable en cuanto a temperaturas, no así de lluvias regulares cuando dependen de un alto consumo de agua".

Tras años supliendo el déficit hídrico con las reservas de acuíferos subterráneos, la situación es todavía más crítica cuando, con cada vez menos precipitaciones en la zona, el total de reservas de embalses en la provincia está a un 21,59 "preocupantes", de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA): prevén para la Axarquía un 85 % menos de producción de mango y un 60 % menos de aguacate.

El Colegio de Economistas precisa que supondrá importantes pérdidas en el sector de la agricultura, la destrucción de puestos de trabajo y afectará negativamente a sectores como la distribución y transportes, además de encarecerse los productos del campo para los consumidores por una menor oferta para la demanda actual.

Da la bienvenida a la futura inversión en infraestructuras hídricas (100 millones financiados por el Estado y terrenos cedidos por la Junta de Andalucía para la desaladora de la Axarquía), pero se pregunta si su producción garantizará el agua para regadío y qué costes se manejarán para abastecer a los agricultores.

Según los economistas, en Almería el agricultor paga casi 50 céntimos por metro cúbico de agua desalinizada, pero el coste real se sitúa en el entorno de los 1 a 1,5 euros, por lo que entre la mitad y dos tercios del coste del agua estaría soportado por subvenciones públicas, lo que creen que evidencia una importante falta de rentabilidad en el sector.

El Colegio considera primordial mejorar las redes de suministro de agua para riegos para minimizar las pérdidas, así como la modernización de los procedimientos de desalación e invertir en tecnologías más eficientes que reduzcan su consumo energético, que actualmente encarece tanto el producto final.