El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, insistió en la necesidad de rebajar el precio del agua desalada, que debe contar "con un plan que lo regule a nivel nacional".
El consejero reiteró esta petición en un encuentro con los miembros de la Comunidad de Regantes Sindicato de Riegos de Cuevas del Almanzora (Almería), donde también reclamó la ampliación de la desaladora de Carboneras a 84 hectómetros y la reconstrucción de la de Palomares, ambas en la provincia de Almería.
Asimismo, afirmó que el Estado tiene también pendiente varias depuradoras "que permitirían aprovechar aguas regeneradas".
Felicitó a esta Comunidad por su "modelo de sostenibilidad y eficiencia" y por su empeño para afrontar los desafíos del sector.
"Un esfuerzo en el que vais a encontrarnos a vuestro lado tanto con las líneas de ayudas que gestiona la consejería como para defender las demandas realizadas a la Administración central", afirmó Sánchez Haro.
También resaltó que "el principal reto al que nos enfrentamos es la gestión del agua, no sólo para poder contar con disponibilidad, sino también para usarla con responsabilidad y eficiencia".
"Debemos realizar todos los esfuerzos posibles para que se garantice la disponibilidad del agua para todos los usos, lo que asegurará las necesidades de las poblaciones, el regadío y los usos industriales teniendo siempre presente la sostenibilidad", añadió.
Apuntó además que "en este esfuerzo por modernizar y ganar eficiencia debemos estar todos implicados: Administración y regantes", y explicó que los agricultores deben ser "promotores y conocedores de las principales necesidades" y las instituciones "dar el apoyo necesario".
El titular de Agricultura recalcó que un ejemplo de este respaldo que ofrece la Junta a los profesionales del campo son las diversas iniciativas que está poniendo en marcha la Consejería para "contar con unas infraestructuras adecuadas y unas explotaciones más modernas y competitivas, favoreciendo además el relevo generacional".
Entre ellas se encuentran los 129 millones de euros destinados a incentivos para modernización de explotaciones e invernaderos, que permiten mejorar los sistemas de riego dentro de las parcelas; las dos convocatorias de ayudas para jóvenes que se incorporan al campo (155 millones de euros en total) o las líneas de mejora de regadíos convocadas en 2017 con 66 millones de euros de presupuesto y que inciden en la mejora de la eficiencia energética
