Más de 60 entidades se han adherido a la Mesa del Agua del Bajo Guadalquivir, una plataforma que quiere aunar a los integrantes del sector agroindustrial para reivindicar medidas efectivas a las Administraciones y garantizar así la supervivencia del sector en la comarca.
Asociaciones agrarias y representantes municipales y sindicales se han sumado este miércoles a este organismo durante su presentación en la cooperativa Las Marismas de la localidad sevillana de Lebrija, cuyo alcalde, Pepe Barroso, ha dado a conocer el proyecto de constitución de la plataforma.
Más de un centenar de agentes del sector agroindustrial han participado en el acto, en el que también han estado representadas, entre otras, COAG Andalucía, UPA, la Comunidad de Regantes del Sector B-XII del Bajo Guadalquivir, Las Marismas de Lebrija SCA y Agroquivir.
Barroso ha recordado que la "dura sequía" que se está viviendo provoca "embalses en mínimos y pérdidas millonarias" para agricultores, cooperativas y empresas y ha recordado la "más que evidente trascendencia del sector agrario en la comarca".
"Debemos actuar para garantizar su futuro, logrando que aquella administración a la que corresponda sufrague la falta de infraestructuras hidráulicas que aquí padecemos”, ha dicho el alcalde de Lebrija, que ha considerado "imprescindible que todo el sector una sus fuerzas e intereses en torno a un movimiento sólido".
Junto a agricultores y agentes del sector se ha "sembrado la semilla de esta plataforma", ha añadido Barroso, que ha precisado que en las próximas semanas se dará forma y estructura a este movimiento "abierto y participativo" que contará con una comisión permanente.
Entre sus reivindicaciones, además de mantener un diálogo con las administraciones correspondientes, figura fijar el número actual de hectáreas en regadío de la cuenca del Guadalquivir como tope, imposibilitando la introducción de ninguna otra extensión más de tierra.
Los impulsores de la Mesa solicitan la calificación como obras y proyectos de interés general de cuantas inversiones públicas deban realizarse en materia hidráulica para garantizar el futuro y la supervivencia del sector agrícola en el Bajo Guadalquivir y su modelo de explotación, junto a la puesta en marcha y cumplimiento de las medidas aprobadas en el marco del Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Bajo Guadalquivir.
Además piden la construcción de desaladoras y nuevas balsas a disposición de las comunidades de regantes, la modernización de las hectáreas de riego por surco o inundación y el tratamiento individualizado de cada zona de riego, diferenciándose por sus características concretas.
También solicitan que el alto valor añadido de las producciones que se acometen en el Bajo Guadalquivir debe quedar reconocido, así como la concesión de ayudas directas para agricultores, empresas y cooperativas del Bajo Guadalquivir para soportar las graves consecuencias de la permanente sequía mientras perdure.
En los próximos días, se convocará la asamblea constituyente de la Mesa del Agua del Bajo Guadalquivir, que queda "abierta a toda persona interesada para exponer otras ideas y reivindicaciones".
