Luis Calabozo (FeNIL): “Las reglas medioambientales no son claras, ni equiparables, ni realistas en el tiempo y no permiten calcular el coste diferencial"

Luis Calabozo es el director general de FeNIL - Federación Nacional de Industrias Láctea-. Estudió Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad Complutense; Dirección Internacional de Empresas en la Autónoma de Madrid; y Dirección de Empresas Agroalimentarias en el Instituto Internacional San Telmo.

Hoy ha hablado para nuestra sección 'En nombre propio', de Agrodiario, sobre los retos del sector lácteo español; la falta de competitividad del sector; y la invasión de los quesos de vaca del norte de Europa...

Luis Calabozo (Foto FeNIL)

Luis Calabozo es el director general de FeNIL - Federación Nacional de Industrias Láctea-. Estudió Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad Complutense; Dirección Internacional de Empresas en la Autónoma de Madrid; y Dirección de Empresas Agroalimentarias en el Instituto Internacional San Telmo.


Hoy ha hablado para nuestra sección 'En nombre propio', de Agrodiario, sobre los retos del sector lácteo español; la falta de competitividad del sector; y la invasión de los quesos de vaca del norte de Europa.


1.- ¿Cuáles son los objetivos fundamentales de FeNIL actualmente, la federación del sector industrial lácteo español, tras más de 40 años de existencia?


La federación ha sufrido la misma transformación tremenda que la sociedad en estos últimos cuarenta años. Partíamos de una sociedad autárquica, cuyo objetivo era la subsistencia en un sector lácteo sin organización y prácticamente de subsistencia.  De ahí, hemos pasado a ser el segundo sector de la industria alimentaria española, siendo paradigma de transformación económica y social del país.


FeNIL no solamente se ha ido adaptando, sino que hemos ido liderando estos cambios y anticipándolos.


A diferencia de antiguamente, cuando la misión era estar presentes y organizar la sociedad civil del sector lácteo en cuanto a la transformación que suponía la formalización del sector, primero con centrales lecheras, para garantizar la seguridad alimentaria, higiene y abastecimiento a las ciudades. Pasar de garantizar los lácteos nutricionales de subsistencia a una gran variedad de los mismos en un entorno regulatorio muy cambiante. Hoy en día, la misión que justifica toda la cadena láctea es garantizar el abastecimiento al ciudadano de alimentos esenciales, como los lácteos, en un mundo en competencia, con fronteras abiertas a la entrada de leche y productos lácteos de fuera de nuestras fronteras, cambiante y con grandes urgencias medioambientales e incertidumbres globales.


Hoy nuestra misión es tratar de coordinar todos estos inputs para tratar de que este sector no sólo perviva, sino que se convierta en un garante del abastecimiento al consumidor de leche y productos lácteos españoles en condiciones de competencia en nuestros lineales y en el exterior. Garantizar un cierto grado de aseguramiento alimentario en un mundo de incertidumbre. 


2.- FeNIL representa los intereses de las empresas del sector que engloban más del 95"font-weight: bold;">

Partiendo de la premisa de garantizar el acceso al consumidor a la leche y productos lácteos, garantizar también la actividad de la industria y ganadería de leche. 


Lo que da nombre al sector es la leche como materia prima, si no, no seríamos industrias lácteas, y si no conseguimos hacer un sector atractivo, rentable y sostenible en condiciones de competencia de cara al consumidor, esto no será posible. Estos son los principales retos.


El gran reto a medio plazo es presentar una realidad atractiva a presente y al futuro del empresario ganadero, con un marco regulatorio favorable que aporte seguridad y certidumbre, sin trabas, para que cada empresario e industria, en cada territorio y en condiciones de producción específicas, les permita descubrir su opción de moldear la producción sin corsés regulatorios apriorísticos. esa es nuestra misión hoy en día y la preocupación en el medio y largo plazo. 


Sin olvidar que necesitamos, en este marco abierto, competitividad en un marco estable de relaciones, favorable a la inversión, sobre todo en un sector con una tendencia que a medio plazo tendrá que aportar estos alimentos a una población mundial creciente y con deseos de consumir leche y lácteos.


Creo que tenemos que adaptarnos a una realidad, que independientemente de los ciclos económicos, de las necesidades de cambios estructurales que todos los sectores y todas las sociedades vayan teniendo en el largo plazo, más allá de modas. 


Es verdad que una población creciente a nivel global con cada vez más acceso o deseos de acceder a estos alimentos entre las sociedades más desarrolladas, implica que habrá que superar la propia demanda global, habrá que incentivar este atractivo de producir y transformar leche. 


3.- La Federación acaba de presentar la segunda edición del Barómetro del sector lácteo, que ha revelado que “el liderazgo de España en el ovino y el caprino de leche se ve amenazado por la falta de competitividad”. ¿A qué se debe?


En la producción de oveja y cabra, por la tradición de producción y por nuestras zonas geográficas, España fue convirtiéndose en líder, frente a la destrucción o  falta de incentivo en los países del resto de Europa.


Ser competitivo con quesos de vaca con muy poco valor era muy difícil, y realmente la salida de leches de oveja y cabra vía quesos diferenciados, con mezclas, puros de oveja, de cabra, adaptados a cada territorio, a cada clima, con mucha variedad, es lo que ha incentivado el mantenimiento de una producción importante.


Lo que ha pasado últimamente, y no sólo en oveja y cabra, sino también en vaca, que es la producción más importante y en la que desgraciadamente no somos líderes, es que el sector en la producción primaria ha dejado de comportarse como un sector tradicional en la economía clásica. Esto es, cuando caen los precios desincentiva la producción, y cuando aumentan, se incentiva. Pero hoy en día y a raíz de distintas transformaciones que se están produciendo, tanto de modelo de producción, como de retos, a pesar de tener los precios más altos de toda la serie histórica en oveja y en cabra, la producción sigue disminuyendo por distintos factores. Uno de ellos es que la actividad ganadera debe pasar de aquellos modelos más informales a modelos más empresariales. en estos procesos de adaptación se necesita cierto tiempo y un marco regulatorio que estimule.


Nos encontramos en un momento que a pesar de los precios más altos de la historia cae la producción, y en esta adaptación a modelos de tamaño más adaptado a la competitividad y que hacen atractivo el sector vía modelos de granjas o empresas que puedan aportar empleo exterior, que permitan una vida socioeconómica equiparable a otros sectores. Para esto se necesita un enfoque empresarial, de tamaño, cada uno debe descubrir su tamaño, modelo y capacidad de quedarse en un sector que en el medio plazo debe ser rentable y va a seguir siéndolo. 


En España y resto de Europa hay un cambio de paradigma a la hora de afrontar estos cambios de formas de producir, que tienen que tener la rentabilidad, la sostenibilidad medioambiental, pero sin olvidar que estamos en un mercado en el que si no logras que el consumidor se decida por tus productos, vas a estar fuera. Esa compatibilidad, que es posible, y de hecho España en muchos sectores ha liderado, en el sector de ovino y caprino de leche está sujeta a una competencia muy grande de los quesos de leche de vaca muy comoditizados.


Si nos fijamos en las grandes cifras, que hemos fijado en el barómetro para hacernos una idea global, el sector lácteo español de leche produce como materia prima 7,5 millones de toneladas de leche de vaca, después de un sistema de cuotas que nos impedía crecer más allá de los 6 millones. Y en menos de una década hemos pasado de 6 a 7’5 millones de toneladas. A esto hay que añadir medio millón de toneladas de leche de oveja y cabra. 


Y en este sector en el que producimos tanta leche, seguimos importando de media en España 300.000 toneladas queso, y si multiplicamos una media de 8 litros de leche por cada kilo de queso, entran en forma de este producto en España en torno a 2,5 millones de toneladas de leche, fundamentalmente de vaca. Luego, nuestra conexión con el exterior es esa, y hay que decir que esto implica que el 45 por ciento de la utilización de quesos en España, tanto para consumo en hogares, como para hostelería y restauración, como para los quesos industriales de los platos preparados, es abastecido por quesos que vienen de fuera. Estamos sometidos a una competencia muy fuerte  a precios muy lejos de los que seríamos capaces de ofrecer con nuestros costes de la materia prima. 


Nuestra preocupación en el medio plazo es que el sector quesero no pierda tamaño, teniendo en cuenta que está compuesto por pymes, micros, medianas y empresas con grandes catálogos de quesos, así como explotaciones ganaderas, que necesitan adaptarse a la nueva realidad. 


En este barómetro ponemos el foco más allá de la leche de vaca, el riesgo que nos conecta con el exterior es vía quesos con los que tiene que competir la leche de oveja y cabra bajo la forma de quesos. 


4.- ¿Cuál es el nuevo modelo productivo aplicado por Holanda en el caprino de leche que está poniendo en riesgo el liderazgo de España?


Claro, son producciones nuevas, recientes en el sentido de que se vio un nicho de mercado con los precios globales europeos que había de estas leches de oveja y cabra, y sobre todo de esta última en el caso de Holanda. Y han decidido, a la manera moderna, que a estos precios y costes qué modelo de explotación tener. Partieron de ver lo que había en el mercado para crear su modelo de producción. No era una adaptación histórica de un modelo de producción tradicional. Los principales productores habían sido hasta ahora Francia, Grecia y España.


Así, los nuevos productores han decidido las razas, granjas adaptadas a las nuevas exigencias medioambientales, diseñadas desde el mercado a la producción primaria de manera reciente. Estos modelos de producción son muy eficientes en producción por litro. Son razas que producen menos extracto seco, que es lo que se valora en cualquier leche, no el líquido blanco, pero incluso así, son muy productivas a coste unitario muy eficiente, que hace que vayan desplazando a los grandes demandadores de quesos, como el rulo de cabra, de nuestra leche tradicional.


Estamos ante una competencia que debemos afrontar manteniendo la calidad de composición que tenemos en sentido de grasa y proteína en nuestras diferentes razas, que es nuestra riqueza diferencial, debemos conseguir que el diferencial de precio no sea tan grande que el consumidor de quesos que depende mucho de su renta disponible real, y en el cual, la inflación hace que se desplace del consumo de quesos españoles, independientemente de caer algo en volumen, a quesos más baratos que viene de fuera. 


5.- ¿Están influyendo las nuevas exigencias europeas en materia de sostenibilidad medioambiental en la pérdida de liderazgo de España en el ovino y el caprino de leche? ¿De qué modo?


Un poco lo mismo, la pérdida de liderazgo viene de la falta de incentivos más allá del precio, porque con precios históricos, con costes de producción, que después del inicio de la crisis geopolítica de la guerra de Ucrania, ya se están estabilizando, la falta de incentivo a seguir produciendo  o la falta de atracción a los jóvenes empresarios.


Otro factor es la incertidumbre a la hora de aplicar las reglas medioambientales. Tenemos una serie de exigencias  que sobre el papel todos compartimos, pero no son claras, no son equiparables, ni realistas en el tiempo y en el plazo, y sobre todo no permiten calcular el coste diferencial en España si no hay una armonización de las exigencias en tiempo real en todos lo países de la UE. Sin esta armonización entraríamos en una pérdida de competitividad enorme vía marco regulatorio.


La sostenibilidad tiene tres ejes y en el sector lácteo habría un cuarto, tenemos la suerte y la responsabilidad de ser alimentos esenciales que necesita la población independientemente de los vaivenes mundiales. la sostenibilidad en nuestro sector tiene los tres ejes clásicos , económica, social y medioambiental, y un cuarto que es el nutricional. 


En este sentido hay que poner en la balanza de análisis de coste y beneficio de cualquier alimento que alimentarse consume recursos y emite; en el balance de equilibrio de cuál es el aporte nutricional, necesidades, tanto económicas y en este caso nutricionales, habrá que hacer un análisis de impacto holístico, como dicen los modernos. Esto es, hacer el análisis directo e indirecto en este tipo de actividades.


Echamos en falta un análisis de impacto global, no de cada una de las políticas de la estrategia ‘De la granja a la mesa’, esto está mucho más interrelacionado con más ámbitos de los que se analizan. La falta de ese análisis de impacto hace que a veces se tomen medidas apriorísticas que se alejan de la realidad y de las necesidades de la sociedad y del sector. 


La misión del sector lácteo es garantizar el abastecimiento presente y futuro de leche y productos lácteos españoles a la población española. Para no estar al albur de la vulnerabilidad y dependencia del exterior. Y en este sentido se tiene que tener en cuenta el análisis coste-beneficio basado realmente en análisis del coste de vida, pero reales e independientes de todas las consecuencias directas e indirectas en la sostenibilidad.


A veces, esta adaptación medioambiental, seguridad y abastecimiento, y dependencia y vulnerabilidad de la sociedad, en el futuro tiene que analizarse incluyendo en el modelo todos estos factores. No simplemente análisis teóricos, a veces apriorísticos tan lejos de la actividad productiva y transformadora. 


6.- ¿Qué medidas se deberían tomar para mejorar la competitividad a lo largo de toda la cadena de la industria láctea?


Nosotros proponemos todas aquellas medidas que mejoren el marco socioeconómico de la actividad ganadera e industrial láctea, pero sobre todo, la materia prima es la ganadera, es decir, sin esta no hay industrias para que la leche llegue en forma de alimento seguro y diferenciado al seguidor. En este sentido, tiene que ver dónde están las ganaderías y las industrias, favorecer un marco socioeconómico general en el que se puedan desarrollar modelos empresariales enfocados al mercado, no queda más remedio.


Mirar endogámicamente a mi producto porque hay alguien que por un bien superior debería de  consumirlo no tiene sentido hoy en día. Garantizar y describir cuáles serían esos modelos enfocados al mercado y sobre todo tener incentivos fiscales y financieros a la actividad, y sobre todo una comunicación realista de la dignificación de esta actividad. 


Hoy en día hay modelos muy rentables de producción  ganadera, incluso con costes de producción altos. Todos los sectores lácteos, que es un producto muy inelástico, son de producción continua, es decir, ni a las vacas, ni a las ovejas, ni a las cabras, ni a las búfalas, en su caso, se les puede poner un grifo. hay que ordeñarlas diariamente dos veces. Hay que recoger y transformar la leche todos los días, independientemente del ciclo de mercado. Esta situación hace que sea un sector muy sujeto a ciclos.


Cuál es la visión de un empresario que quiere entrar en el sector, pues que no es un sector de corto plazo, sino en el que el ciclo lácteo es más largo que el ciclo económico, y debe ser resiliente en esa oscilación del mercado en la que precios o costes no están optimizados. Han de ser capaces de remunerar ese ciclo lácteo en los momentos álgidos del ciclo. Esa visión estratégica de un negocio de medio plazo sujeta a estas restricciones, y ser capaces de hacer un análisis de modelo de negocio es atractivo en el medio plazo y es lo que tenemos que comunicar con medidas, por parte de la AP; comunicar también lo atractivo y la dignificación que tiene esta actividad a la sociedad, y sobre todo, hacer que nuestro consumidor, por calidad y capacidad de competencia, compre nuestro producto. 


7.- ¿Tiene prevista FeNIL alguna acción encaminada a concienciar al consumidor para que elija quesos elaborados en España en lugar de los quesos de bajo valor añadido de países del norte de Europa que han invadido nuestro mercado?


Simplemente con ese análisis global de datos que hemos dado al principio se convierte en una prioridad esencial. Hemos construido, más allá de las necesidades de las empresas que componen FENIL, una implicación de todos los eslabones de la cadena y a todos los miembros del sector lácteo español vía la interprofesional. 


Un esfuerzo que empezó por FeNIL, la promoción exterior de los quesos españoles en el exterior con planes sectoriales, hoy en día tenemos una interprofesional, como es InLac - Organización Interprofesional Láctea -, más potente. Tenemos programas de promoción de quesos españoles en el exterior, cada vez más dotados para potenciar al consumidor  de estos valores, que necesitan algo que por sí mismo va a aportar en cuanto se prueben, pero que la apuesta por ellos en el medio y largo plazo para nosotros es esencial. 


En esta interprofesional podemos participar todos, ganaderos e industrias, y todos los agentes que la componemos, el esfuerzo y el diseño profesional de este tipo de campañas que se están haciendo. 


8.- El pasado octubre declaró que “el sector lácteo de nuestro país no es competitivo por pagar un precio justo a los productores”, haciendo referencia a un estudio. Pero a su vez UPA afirma “llevamos 15 años cobrando la leche por debajo de la media europea”. Si la leche se paga a menor precio al productor que en el resto de Europa, ¿por qué el sector de la leche transformada, al que representa FeNIL, no es competitivo en el extranjero?


La primera afirmación no es cierta, nunca se ha dicho así, ni nunca se ha pensado, ni nunca se ha manifestado. Es una reacción que justifica una réplica por llevar el debate a un modelo de negociación colectiva sindical, simplemente hemos presentado una realidad, que en estos momentos un país o un sector lácteo en España es vulnerable y dependiente. Nos enfrentamos al precio de la leche más caro de toda la UE, algo que históricamente nunca había sucedido, ser competitivos y se añade al factor estructural. 


En estos momentos es cierto que el precio de la leche de vaca, de oveja y de cabra son los más altos de la serie histórica y los más altos pagados por todos los estados de la UE. Y hay que tener en cuenta que estamos compitiendo con países con una producción muy por encima de sus necesidades, consecuencia de la PAC desde los años 80.


Desde el punto de vista del precio de la leche hemos perdido competitividad, lo que es justo o no justo es lo que quiera remunerar el consumidor por nuestros quesos. 


Tampoco es cierto que llevemos quince años comprando la leche, según los ganaderos, por debajo de la media europea. Es un sector muy volátil. En España, en 2011, fuimos el país pionero en establecer los contratos de la leche por escrito al ganadero antes de la entrega de la leche; y a su vez, el lácteo es el primer sector en España que aplicó mucho antes de la Ley de la Cadena, los contratos de la materia prima por escrito y previos a la entrega.


El primer sector que acabó con el pago a resultas del sector agroganadero de todo el país fue el lácteo. Y es cierto que como la regulación pretendía incentivar los contratos a largo plazo hizo que en algunos momentos se suavizaran los ciclos en España por tener este tipo de contratos. En los momentos en los que los mercados más liberales sujetos a los vaivenes del ciclo económico a grandes  oscilaciones hacía que el precio en España fuera más estable. 


Cuando se miden los precios en leche estandarizada no es una afirmación acorde con la realidad en ningún caso. Cuando uno compra un litro de leche como materia prima remunera dos litros de líquido blanco, pero el valor de la leche sería equiparar esos dos litros de líquido blanco con el mismo contenido de grasa y proteína, y aún así esta depende de cada  ganadería, región, etc. 


Cuando se estandarizan con una medida convencional, en ningún caso nuestro precio de la leche ha estado por debajo, en todo caso, la media europea a lo largo de los quince o veinte últimos años ha sido igual o superior.


Y ser competitivo en el precio de la leche no es ser el más barato, es no ser más caro que tus competidores a lo largo de un período largo porque te van a echar del mercado. No ser el más barato, sino no ser el más caro.


EN NOMBRE PROPIO


Un lugar de vacaciones: la montaña de León.

Una comida: la variedad y la bien preparada y con amor.

Actividad para desconectar: subirme a la moto y devorar kilómetros.

Un sueño para el sector: la leche y los productos lácteos, como alimentos con riqueza nutricional, adaptados a las demandas del consumidor; una industria potente, competitiva, innovadora y con mayor presencia internacional; un sector ganadero profesionalizado y sostenible, y una interprofesional fuerte e integradora.

Una fiesta en el año: el día de Reyes.

Un valor: la empatía. 


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