Alonso (Swanlaab): “Estamos viendo tecnologías que cambian la gestión de la cadena de valor y eso permite una mejor rentabilidad"

Nora Alonso es 'partner' y directora de inversiones del fondo tecnológico Agri-Food Tech Fund y cuenta con más de 15 años de experiencia en el sector biotecnológico y agroalimentario.

Nos ha hablado del ‘efecto Europa’, un continente hiperregulado; de tecnologías que cambian la gestión de la cadena de valor; y de las cerca de 300 empresas con tecnologías y productos que pueden tener un impacto en la mejora de la producción y la sostenibilidad ambiental y económica, que han identificado en España. Todo en nuestra sección ‘En nombre propio’, de Agrodiario...

Nora Alonso es 'partner' y directora de inversiones del fondo tecnológico Agri-Food Tech Fund y cuenta con más de 15 años de experiencia en el sector biotecnológico y agroalimentario.

Esta doctora en biología especializada en producción primaria tiene más de 15 años de experiencia en agronegocios. Como cofundador y CEO de una 'startup' europea ha sido responsable del desarrollo y ejecución del plan estratégico, así como de la financiación de la empresa durante las diferentes etapas de crecimiento.

Alonso nos ha hablado del ‘efecto Europa’, un continente hiperregulado; de tecnologías que cambian la gestión de la cadena de valor; y de las cerca de 300 empresas con tecnologías y productos que pueden tener un impacto en la mejora de la producción y la sostenibilidad ambiental y económica, que han identificado en España. Todo en nuestra sección ‘En nombre propio’, de Agrodiario.

1.- ¿A qué se dedica la firma Swanlaab, de Venture Capital?

Nosotros somos una gestora de fondos de inversión, no gestionamos sólo el fondo Agri-Food Tech, tiene más de veinte años de experiencia en inversión en startups, inicialmente en España y en Israel, y sobre todo en distintos sectores. hemos trabajado en software, en biotech y ahora con este nuevo fondo en el área Agri-Food Tech.

Una de las cosas que nos caracteriza es que los equipos gestores de cada uno de los fondos están formados por profesionales que tienen, además, no solamente experiencia en la gestión de fondos, hemos sido fundadores, emprendedores, hemos dirigido nuestras propias startups, hemos participado como asesores externos y consultores con distintas empresas del sector. Acumulamos una amplia experiencia en la gestión de más de doscientas empresas.

Swanlaab en el 2016 de la mano de Verónica Trapa y Mark Kavelaars con el objeto de impulsar un fondo que pueda invertir en startups y sobre todo en los distintos estadíos de desarrollo en empresas tecnológicas de modelo B2B.

Otra de las cosas que nos caracteriza es la forma de trabajar , precisamente por esa experiencia que el equipo acumula, trabajamos de la mano y en estrecha colaboración con los fundadores de las empresas para ayudarles y acompañarles en todo ese desarrollo, no solamente de la empresa, sino también del propio equipo.

2.- ¿Cuáles son los grandes retos del agricultor y de los productores primarios hoy?

Es un sector que lleva mucho tiempo enfrentándose a muchos retos que se mantienen, pero ahora mismo, en España, se enfrenta a retos medioambientales donde la agricultura es de los sectores más afectados por el cambio climático.

España está en primera línea frente a ese cambio climático que nos llega, el agricultor se enfrenta al reto de producir en unas condiciones climáticas cada vez más extremas y tiene que tener herramientas para adaptarse.

Pero no es el único reto, hay un reto de producción, es decir, la población aumenta, queremos producir más pero con los recursos cada vez más limitados. Hay una disponibilidad de suelo limitada, como el uso del agua, que necesita una mejor gestión y cada vez más escasa.

Hay también retos regulatorios, especialmente para los productores, tanto agricultores, como ganaderos europeos, ya que Europa tiene marcos regulatorios más restrictivos que otros países y eso le impide utilizar algunas herramientas que les permitirían hacer frente a esas necesidades de adaptación.

Tiene retos de mercado, y esto lo hemos visto con las protestas en España, al final se enfrentan a la globalización y a la competencia de productos de otros países con marcos regulatorios diferentes.

Igualmente se enfrenta a retos sociales, las empresas del sector agro, en general, son pequeñas, con dificultades de relevo generacional; que se enfrentan al reto de la sostenibilidad económica, por eso decimos que la cadena agroalimentaria es compleja y una de los retos es que esa sostenibilidad económica tenga mayor impacto para ellos.

Y no podemos olvidar los retos sociales de desarrollo del ámbito rural. La gente sigue prefiriendo vivir en ciudades y eso hace que, no sólo el relevo generacional, sino que la disponibilidad de personal para trabajar en cualquier responsabilidad del sector agro es un reto al que tiene que enfrentarse.

En distintos foros ya hablan del “efecto Europa”, un continente hiperregulado en algunas ocasiones con respecto a otros países, pero que tiene unos objetivos de sostenibilidad que intentan marcar una tendencia. Esto lo hemos visto históricamente en el sector agro. Yo recuerdo el marco regulatorio para el uso de nuevos insumos, muy restringido; al igual que en la mejora genética. Esto ha impedido que se utilicen algunas tecnologías que hubieran permitido que el sector fuera más competitivo. Aquí empiezan a cruzarse otras cuestiones que también son importantes, como el marco regulatorio, políticas, objetivos europeos, nacionales, es complejo.

3.- ¿Cómo puede la tecnología y la innovación hacer que el productor mejore su trabajo y su retorno?

Lo puede hacer desde perspectivas y ámbitos muy diferentes. Ahora mismo estamos identificando empresas con desarrollos tecnológicos que aportan mejoras prácticamente en toda la cadena de valor del sector agroalimentario, por ejemplo en producción primaria, tecnologías de digitalización, de robotización, la propia biotecnología. al final van a permitir tener herramientas que mejoren la productividad y que permitan una mejor adaptación a los retos del cambio climático, por ejemplo.

Esas tecnologías de digitalización permiten gestionar de otra forma las producciones, con lo cual te permite a futuro mejorar las condiciones de trabajo, optimizar mejor los recursos que hoy son escasos.

También estamos viendo tecnologías que cambian la gestión de la cadena de valor y eso permite una mejor rentabilidad con impacto en el agricultor; permite que pequeños productores entren en esas cadenas de una forma más eficiente. Hay muchas tecnologías, que el sector está ya incorporando porque es tremendamente moderno y digital, hay productores con muchas inquietudes que están incorporándolas, pero todavía hay muchas más que estamos viendo en estas empresas que permitirían mejorar el trabajo, el entorno y la eficacia.

A mi siempre me gusta recordar una frase que dice el investigador José Miguel Mulet, “hay más tecnología en un tomate que en un iphone”. Esto es una realidad que a veces nos cuesta que la población entienda.

Una de las cosas que tiene que mejorar claramente son los marcos regulatorios, que va a ser clave para incorporar nuevas tecnologías, estos marcos deben estar basados en la ciencia, pero basados también en el sector es importante que el sector se ponga en valor. Es decir, comemos un montón de veces al día, pero damos por hecho, sobre todo en Europa, que la comida va a aparecer en el frigorífico con alta calidad, con seguridad alimentaria y a un precio muy razonable. Un factor de cambio es que el reconocimiento del sector llegue a la gente.

Hay una parte de la innovación, la social, que hay que trabajar para que el ámbito rural sea atractivo para las nuevas generaciones y que entendamos que vivir en el ámbito rural tiene tantas o más oportunidades que vivir en las ciudades.

4.- ¿Cómo nos describiría el primer fondo de Venture Capital especializado en Agri Food Tech en España lanzado por Swanlaab?

Por la experiencia en el sector, lo primero que diría es que es un fondo necesario en España y en Europa y destacaría algunas cuestiones, es un fondo con un equipo altamente especializado y totalmente dedicado al sector; que tiene experiencia en el mismo; en la gestión de los fondos; que tiene conocimiento científico, que tenemos experiencia emprendedora; que conocemos los marcos regulatorios, cómo se gestiona la propiedad industrial e intelectual en este sector; y que tenemos presencia internacional. Es un conocimiento muy transversal y complementario el que aportamos todo el equipo al fondo.

También destacaría que somos un fondo que conocemos el ecosistema innovador, que es donde se genera ese conocimiento, conocemos cómo se hace esa transferencia, pero sobre todo estamos bien conectados con la industria. Podemos ser ese puente que permita que esas tecnologías se transfieran de forma adecuada, se desarrollen de forma adecuada en forma de empresas de éxito.

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5.- ¿Ha venido el fondo Swanlaab AgriFood Tech a paliar el déficit de inversión en la innovación en agroalimentación? ¿Está siendo capaz de generar valor a lo largo de las etapas de crecimiento y desarrollo del proyecto?

El fondo se registra en 2023, pero estamos cerca de nuestro primer cierre, con lo cual estamos al principio de nuestra andadura. El objetivo del fondo es cubrir esa necesidad, que empresas tecnológicas del sector AgriFood Tech tienen una necesidad clara de fondos y de financiación especializada, que no sólo aporte el dinero, sino que apoye al desarrollo de las empresas.

Sí, creemos que podemos ser una pieza para paliar el déficit de inversión; que probablemente estamos al inicio del desarrollo del sector, como ocurrió con la BioTech Salud hace unos años. Hemos venido para esto.

6.- Swanlaab AgriFood Tech lleva invirtiendo en start-ups españolas desde finales del 2023. El pasado octubre esperaban cerrar en el primer trimestre de 2024 las dos o tres primeras inversiones. ¿Se ha consolidado empresarialmente algunos de esos proyectos?

Como te decía, el fondo está al inicio de la andadura, lo registramos en 2023, está previsto que lancemos este primer cierre antes justo antes del verano, pero sí, efectivamente hemos seleccionado ya dos proyectos que son claros candidatos a ser nuestras primeras inversiones y estamos ya trabajando con ellos de forma activa para que se de esa consolidación, que ocurrirá un poquito más adelante.

No se puede revelar mucho todavía de estos dos proyectos, diría que son empresas con un alto potencial de crecimiento y que además de relevancia tecnológica y potencial impacto económico en el sector, tienen un impacto social importante. No basta con que haya una rentabilidad económica, las empresas tienen que generar empleo de calidad y tener un impacto en el ámbito rural para fijar población, generar sociedad. Pero no te puedo revelar mucho más.

7.- España ya es el tercer país, por detrás de EE.UU e India, en la generación de empresas agro tecnológicas. ¿Qué características y capacidades son necesarias para mejorar la posición de España como potencia en la innovación del sector agroalimentario?

Uno de los pilares es la financiación, tiene que haber más herramientas y vehículos para que las empresas puedan desarrollarse, al final vemos que hay unas áreas de financiación que todavía no están cubiertas.

Otro de los pilares fundamentales es que las empresas tienen que ser capaces de crecer en tamaño, tenemos muchísimas micropymes tecnológicas. Si no somos capaces de generar empresas lo suficientemente grandes, esas empresas tendrán dificultades para generar puestos de trabajo de calidad, para internacionalizarse.

Por lo tanto, retornar ese valor donde ellas están, que es a nivel nacional, que volvemos otra vez al desarrollo del sector, a que sea un sector más competitivo, más rentable, de mayor interés a nivel social, y ahí uno de los factores que hay que trabajar es en los equipos gestores y en sus procesos internos. A veces vemos empresas muy pequeñas y tenemos que pensar en ellas como empresas que van a ser grandes, por lo tanto esos equipos gestores tienen que estar bien estructurados porque de lo contrario es difícil crecer.

Algunos proyectos se han lanzado a la internacionalización y se les ha vuelto como un boomerang, a la estructura no le resulta fácil soportar el crecimiento. Estas capacidades de las empresas tecnológicas AgriFood Tech es necesario reforzarlas.

Donde también tenemos una responsabilidad es en el compromiso de país con el sector, no tanto desde el punto de vista de objetivos generales políticos, sino que cada una de las piezas de este puzle, tenemos que tener un compromiso para que este sector que es clave para el país le ayudemos a hacer frente a los retos. Y no lo vamos a poder hacer solos los inversores, ni los centros tecnológicos; no lo puede hacer el agricultor solo.

Tenemos que alinearnos con objetivos comunes de seguridad jurídica, alimentaria y desarrollo rural.

Desde mi experiencia personal hay financiación pública para empresas tecnológicas, pero hay que dimensionarse muy bien porque pueden tener un efecto no deseado.

Las ayudas requieren un esfuerzo administrativo muy grande, que las empresas pequeñas no pueden soportar, pensando en empresas que son objetivos de inversión del fondo. A veces las ayudas llegan tarde, con lo cual es difícil gestionarlas dentro del plan económico y financiero y el plan de desarrollo. Y aunque son todas bienvenidas, en ocasiones requieren de una serie de estructuras para el desarrollo de los proyectos consorciadas que no son fáciles de establecer para empresas pequeñas.

Hay ayudas a nivel regional, nacional y europeo, pero a veces es difícil tener acceso a ellas, y en ocasiones algunas empresas renuncian a ellas por la dificultad administrativa.

8.- ¿Podría ponernos algún ejemplo de inversión de impacto tecnológico y económico que propicie convertir al país en un referente en el sector agroalimentario?

Dentro de las empresas que estamos analizando en España, estamos encontrando tecnologías muy potentes en digitalización del campo, que van más allá de la toma de datos, los analizan y ejecutan los procesos de mejora, que pueden ir desde el riego a los insumos. esa información permite la toma de decisiones en cuanto a la cosecha, la postcosecha, la gente necesaria para cosechar, cuando sale el producto al mercado con respecto a la salida de otros. Integrar la información respecto a la toma de decisiones.

Estamos viendo tecnologías interesantes de robótica para ayudar a la cosecha y a la optimización del manejo y gestión del producto con posterioridad.

Nosotros vamos más allá de la producciòn primaria, estamos viendo tecnologías de insumos alternativos al fertilizante químico, que cada vez tiene más restricciones, pero nos encontramos nuevamente con los marcos regulatorios. estamos dando un paso más allá con el fondo y vamos más allá de la producción primaria, entramos a invertir en industria agroalimentaria. Estamos viendo empresas que tienen un impacto muy grande en reducir la sal, el azúcar o las grasas de los productos alimentarios; herramientas de producciòn de nuevos ingredientes, que puede tener impacto a nivel internacional.

En nuestra última vertical, que es todo lo que tiene que ver con logística y distribución hemos visto tecnologías muy interesantes en packaging inteligente, que permite reducir el desperdicio en toda la cadena de valor.

Y otra tecnologías más transversales, por ejemplo en la producciòn de energía en ganadería, lo que tiene un impacto directo en la cuenta de resultados del productor; en la gestión del agua; y todo lo relacionado con la valorización de residuos.

Destacaría que al hilo de generación de empresas tecnológicas, hemos identificado cerca de trescientas empresas con tecnologías y productos que pueden tener un impacto en la mejora de la producción, de la sostenibilidad ambiental y económica.

9.- ¿Ha tenido otras experiencias anteriores Swanlaab Venture Factory, firma de Venture Capital, en el sector Agro Food Tech?

Para Swaanlab es el primer fondo en el sector, pero para el equipo gestor no es la primera experiencia, porque los componemos personas que hemos tenido experiencia, con background científico en el sector, somos dos las doctoras en biología que hay en el fondo, especializadas en producción primaria, con los cual conocemos esa parte tecnológica; hemos emprendido en el sector; hemos sido asesores de empresas pequeñas, medianas y grandes, donde hemos hecho rondas de inversión, procesos de estrategia de desarrollo y su implementación empresarial internacional.

También hemos gestionado fondos de inversión tecnológicos que han invertido en el sector. Para Swaanlab es el primer fondo focalizado totalmente al sector agro, aunque en sus fondos tech ha habido algún proyecto que tenía agro.

EN NOMBRE PROPIO

Un lugar de vacaciones: un sitio tranquilo, que no haga demasiado calor, más monte que playa.

Una comida: cualquiera.

Actividad para desconectar: una buena ruta en moto por carreteras secundarias.

Un sueño para el sector: que las personas seamos más conscientes del trabajo y del compromiso que el sector tiene con nosotros, que haya un mayor reconocimiento.

Un valor: la transparencia.

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