Unicef España, la Asociación Española Contra el Cáncer, Justicia Alimentaria y la Gasol Foundation se han unido para insistir en la necesidad de una mayor regulación de la publicidad de alimentos dirigida a niños y adolescentes, que ayude a reducir la obesidad en los menores.
"Pedimos que España lidere con el ejemplo, con una regulación del marketing que proteja los derechos de la infancia", ha reclamado Pau Gasol en un comunicado.
Esta reclamación coincide con la culminación del trámite de audiencia e información pública del Real Decreto de la publicidad de alimentos y bebidas dirigidas al púbico infantil, que ahora será revisado por los Ministerios que la propusieron: el Ministerio de Sanidad, el de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Este decreto prohibiría cualquier forma de publicidad o comunicación comercial dirigida al público infantil de alimentos y bebidas con alto contenido en sodio, azúcares, edulcorantes, grasas y ácidos grasos, así como la aparición de 'influencers' o personas consideradas modelos a seguir para los niños en anuncios de este tipo de productos.
Las entidades, en un comunicado conjunto, han pedido que se amplíen las restricciones que contempla este Real Decreto y que las prohibiciones de publicidad de alimentos y bebidas no saludables abarquen todo el horario infantil, de 06.00 a 22.00 horas, y no solo las franjas horarias de protección reforzada, como contempla el borrador.
"Con la propuesta actual, los niños y niñas seguirían expuestos a un alto nivel de publicidad", ha afirmado director de Justicia Alimentaria, Javier Guzmán.
Según el director ejecutivo de Unicef España, José María Vera, "la obesidad es una epidemia global" y es que, según el estudio PASOS de la Gasol Foundation de 2019, en España uno de cada tres niños, de entre 8 y 16 años, sufre sobrepeso u obesidad.
La Directora de Incidencia Política y Social de la Asociación Española contra el Cáncer, Ana Fernández, ha insistido en la importancia de prevenir la obesidad infantil y adolescente porque "en España alrededor de un 6 ".
La ley vigente que regula la publicidad de este tipo de productos no saludables, que se aprobó en 2005 y no ha sido revisada desde 2011, depende parcialmente de la autorregulación de la industria alimentaria, una medida "que se ha mostrado ineficaz", según han denunciado las organizaciones en un comunicado conjunto.
