Más de la mitad de los alimentos a los que se les aplica desde enero de 2023 una rebaja o supresión del IVA han aumentado de precio desde esa fecha, especialmente el aceite de oliva, que acumula un encarecimiento del 53,8 % hasta el pasado noviembre, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La continuidad de esta medida durante seis meses más está pendiente de una votación decisiva este miércoles en el pleno del Congreso de los Diputados, ya que se enmarca dentro de uno de los tres reales decretos anticrisis aprobados por el Gobierno y que la Cámara Baja tiene que convalidar.
La medida, que se aprobó en principio para seis meses, se aplica desde enero del año pasado como una de las herramientas del Ejecutivo que encabeza Pedro Sánchez para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania, entre ellas la inflación alimentaria.
Esta bajada luego fue prorrogada hasta diciembre y el presidente del Gobierno se comprometió a ampliarla seis meses más y, de hecho, forma parte de uno de los paquetes que se están debatiendo este miércoles.
Afecta a los alimentos considerados básicos, que gozaban de un IVA superreducido del 4 % que se eliminó: pan, harinas, cereales, leche, quesos, huevos, frutas, verduras y patatas.
Además, se incluyeron dos alimentos del grupo general, los aceites y las pastas, que tenían un IVA del 10 % que se rebajó al 5 %.
Tan sólo las harinas y otros cereales (-1,9 %), las pastas alimenticias (-3,3 %), la leche entera (-0,2 %) y la desnatada (-2 %) y, sobre todo, el resto de aceites que no son de oliva (-28,3 %) han bajado de precio en el acumulado de los once primeros meses de 2023, según la estadística más actualizada de la que dispone el INE.
El resto de alimentos afectados por esta rebaja o supresión del IVA acumulan subidas de precio: pan (+1,8 %), quesos (+2,2 %), huevos (+4 %), frutas (+15,2 %), legumbres y hortalizas (+14,2 %) y paratas (+10,2 %).
Según los últimos datos oficiales, la inflación general anual de los alimentos se ha moderado en los últimos meses pero en noviembre se ha situado en un 9 % por encima de la del mismo mes de 2022, frente al 3,2 % del Índice de Precios de Consumo (IPC) en general.
En los once primeros meses de 2023, el encarecimiento general de todos los alimentos fue del 7,1 %; este mismo viernes se conocerán los datos definitivos con la publicación del IPC de diciembre.
El pescado y la carne
Durante todo este tiempo, desde asociaciones sectoriales y algunos partidos políticos como el Partido Popular se ha abogado porque la rebaja del IVA se extienda también a las carnes y los pescados, que se mantienen con el IVA del 10 %.
Desde enero de 2023 y hasta el pasado mes de noviembre, la inflación de estos grupos de alimentos ha aumentado, en algunos casos, como el de la carne de porcino, hasta un 12,2 %, por un 5,2 % la de ovino, un 3,8 % la de vacuno y un 1,8 % la de ave.
En el caso de los pescados, la subida ha sido del 3,2 % en el caso del congelado y del 2,8 % en el fresco.
Cosechas escasas por culpa de la sequía
El Gobierno defiende la prórroga de la rebaja y supresión del IVA para que no se detenga la tendencia a la baja de la inflación alimentaria.
En varias ocasiones, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha explicado que en el encarecimiento de algunos alimentos ha influido un contexto global marcado por altos costes de producción y de materias primas, así como las escasas cosechas de algunos alimentos por culpa de la sequía.
El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 ha solicitado más información al Observatorio de la Cadena Alimentaria para controlar que la ampliación de la rebaja y supresión del IVA de algunos alimentos no sea usada por las empresas para aumentar su margen de beneficio.
El ministerio que lidera Pablo Bustinduy ya recordó que la aplicación temporal del tipo impositivo reducido del IVA sobre determinados productos prohíbe expresamente que esta reducción pueda dedicarse total o parcialmente a incrementar el margen de beneficio empresarial.
