El sector del bioetanol en España ha reivindicado este jueves su potencial para la independencia energética y la seguridad alimentaria en el primer Congreso de Biorrefino, organizado en Madrid por la Asociación Española de Bioetanol (Bio-E).
El presidente de Bio-E, Antonio José Vallespir, ha advertido de que el bioetanol y el biorrefino siguen siendo "grandes desconocidos, pese a su potencial para la independencia energética y la seguridad alimentaria".
Según un comunicado, esos dos biocarburantes pueden ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte y fomentar el desarrollo rural y económico.
Vallespir ha explicado que el bioetanol no requiere cambios en las infraestructuras de suministro de combustible ni en los vehículos, y que su producción en las actuales biorrefinerías es fuente de proteínas para el sector agroganadero.
El subdirector de Políticas Sectoriales Industriales del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Alejandro Cros, ha coincidido en que el sector del biorrefino tiene "muchas posibilidades" y ha resaltado la importancia de poner en valor los recursos estratégicos industriales ante situaciones como la pandemia o la invasión rusa de Ucrania.
Asimismo, ha mencionado planes de ayudas como el fondo de innovación europeo y el de apoyo a la industria productiva; las líneas de ayuda a la inversión industrial; o el proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte) para la descarbonización industrial.
Durante la jornada se ha presentado el grupo operativo Maíz Sostenible, un proyecto financiado por la Unión Europea que busca impulsar la sostenibilidad y la rentabilidad del cultivo del maíz en España mediante la aplicación de nuevas tecnologías, agricultura de precisión y digitalización en la producción primaria.
Representantes de Cooperativas Agroalimentarias y la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (Cesfac), entre otros, han participado en un debate sobre la economía circular y el desarrollo rural.
Se calcula que más de 8 millones de toneladas de residuos se pueden transformar en combustible y bioproductos a través del biorrefino, según la nota, que también recoge el valor que tiene la proteína proveniente del biorrefino para la industria de la alimentación animal.
La integración de procesos biológicos y termoquímicos aplicados a la biomasa para disponer de nuevos combustibles o el desarrollo de biorrefinerías de última generación han sido otros de los asuntos analizados durante el congreso.
