El holding internacional de alimentación Vicky Foods registró en 2021 una facturación de 405 millones de euros, un 7,7"grandes desafíos" como el incremento de los precios de las materias primas y la crisis energética o el transporte, además de la incertidumbre por la pandemia.
Ha señalado que han tenido que repercutir este incremento de costes de producción sobre el precio de venta al consumidor.
Como ejemplo, ha mencionado los precios de venta de las bolsas de magdalenas o de pan de molde, "que han subido, en algunos casos, más del 100 %", aunque no ha concretado la cuantía en euros.
Entre los elementos principales que han causado estas subidas se sitúa el encarecimiento del aceite de girasol, que en un 62 % llegaba a España desde Ucrania, ha explicado.
"El aceite de girasol ha triplicado su precio y lógicamente los costes ha habido que trasladarlos a los productos", ha expresado Rafael Juan, que también ha hablado de incrementos en otras materias primas como la harina y los huevos, además de los costes energéticos.
Respecto a la disponibilidad de aceite de girasol, ha comentado que la situación ha tendido a normalizarse y que han conseguido comprar porque Ucrania volvió a restablecer el suministro.
También ha dicho que han manejado alternativas como el aceite de soja o de nabina pero que, dado que fabrican más de 2.500 referencias de producto, modificar las recetas y etiquetado lleva tiempo y dinero y no siempre es posible.
Vicky Foods, que este año cumple su 70 aniversario, emplea a más de 2.700 personas en cuatro plantas de producción (tres en España y una en Argelia) y cuenta con presencia en más de 50 países.
