La Región de Murcia supera en casi diez puntos la cifra de empleo en la industria alimentaria, al situarse en un 30"una de cada cinco personas que trabaja en la industria lo hace en empresas del sector alimentario”, según apuntó el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo, durante la reunión que mantuvo con la directiva de la Agrupación de Empresas de Alimentación de Murcia, Alicante y Albacete (Agrupal).
Luengo añadió que la industria alimentaria “ha sido uno de los sectores que mejor ha resistido la crisis, con caídas inferiores a las del resto de la economía”.
Una ayuda de 20.000 euros permitirá llevar a cabo un análisis de la situación del sector alimentario regional, con el fin de poder orientar las líneas de ayuda a aquellos aspectos más importantes para la mejora de la competitividad de esta industria como la eficiencia, la promoción y la apertura de nuevos mercados, fundamentalmente.
Y es que. la industria de la alimentación y bebidas “presenta una estructura muy atomizada, donde la mayoría de empresas tienen una dimensión muy reducida, lo que dificulta los procesos de internacionalización, innovación y mejora de la productividad”, señaló Luengo.
Además, a través de la Entidad de Saneamiento (Esamur), la Consejería y Agrupal han renovado el acuerdo de colaboración en materia de prevención de la contaminación en origen en las industrias alimentarias.
El responsable de Medio Ambiente señaló que la finalidad es “realizar una gestión eficiente de la depuración de las aguas residuales en sus procesos de producción. Esto permite garantizar la salud de las personas y la sostenibilidad del medio ambiente y contribuye a proteger las instalaciones de depuración de aguas residuales”.
Ambas entidades realizan acciones de promoción y divulgación de buenas prácticas en materia de depuración. Un ejemplo es el díptico presentado recientemente con recomendaciones para el adecuado mantenimiento y gestión de las depuradoras de las empresas del sector, que da continuidad al Manual de Buenas Prácticas.
El objetivo es ayudar a las empresas a elegir el tratamiento más adecuado de las aguas que utilizan en sus procesos productivos, con la finalidad de garantizar su regeneración y reutilización, contribuyendo así a la sostenibilidad medioambiental y a la gestión integral del agua, indicaron fuentes de la Consejería.
