La industria alimentaria llama a poner fin a la "violencia extrema" del paro del transporte

La Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) ha hecho un llamamiento a que se evite que la "violencia extrema" de quienes secundan el paro del transporte de mercancías impida trabajar a quienes desean hacerlo...

Camiones por la carretera (Foto Pyxabay)

El director General de la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), Mauricio García de Quevedo, ha hecho un llamamiento a que se evite que la "violencia extrema" de quienes secundan el paro del transporte de mercancías impida trabajar a quienes desean hacerlo.

"No es una huelga, es una minoría que está secuestrando a través de una violencia excesiva los derechos de la gente que quiere trabajar y eso no se puede permitir", ha dicho García de Quevedo durante su participación en la presentación de la nueva asociación Zumos y Gazpachos de España.

El máximo representante de la FIAB ha abundado que "en una democracia los derechos tienen que ser respetados" y que si eso no ocurre "los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado tienen que actuar".

El paro, convocado por una plataforma para la defensa del sector del transporte de mercancías a causa del alto precio del combustible, alcanzó este jueves su cuarta jornada y está ocasionando problemas de abastecimiento y paros en varios sectores agroalimentarios, desde la leche y los pescados hasta la aceituna de mesa o el agua embotellada.

"Sigue habiendo situaciones de violencia extrema para frenar las actividades y la huelga tiene que ya", ha insistido García de Quevedo, que ha animado a quienes participan en este paro a que hagan sus reclamaciones "de una manera pacífica pero sin fastidiar al prójimo".

En declaraciones a Efeagro, el presidente de la nueva asociación Zumos y Gazpachos de España, Javier Lorenzo, ha mostrado su preocupación por el desabastecimiento en los supermercados y ha dicho que hay transportistas que quieren y trabajar y no les están dejando.

En ese sentido, ha hecho "una llamada a la sensatez y al sentido común para que el producto llegue a las estanterías" y a que se defienda el derecho al paro "pacífico" pero también "el derecho a trabajar y el derecho de los ciudadanos a poder acceder a los alimentos".