Un registro electrónico controlará el estiércol y los purines en las granjas del área del Mar Menor

Un nuevo Registro Electrónico de Deyecciones Ganaderas controlará la trazabilidad del estiércol y los purines en las granjas ubicadas en el área de influencia del Mar Menor...

Granja porcina 2 (Foto UPA)

Un nuevo Registro Electrónico de Deyecciones Ganaderas (Remodega) controlará la trazabilidad del estiércol y los purines en las granjas del área de influencia en el Mar Menor. Esta iniciativa se regula mediante una Orden que publicada en el Boletín Oficial de la Región de Murcia el pasado sábado, 31 de julio.

El Remodega refleja todo movimiento de estiércoles, ya sean sólidos o líquidos, que se generen o apliquen en las Zonas 1 y 2. La información contenida en el registro podrá ser utilizada por la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia a los efectos de las inspecciones previstas en la legislación aplicable por razón de la materia.

El Registro responde a las exigencias incluidas en el artículo 58 de la Ley 3/2020, de 27 de julio, de Recuperación y Protección del Mar Menor, en el que se determina que se pueden aplicar los purines y estiércoles como fertilizante, con la obligación de comunicar previamente dicha práctica al Registro Electrónico de Movimientos de Deyecciones Ganaderas.

“El registro electrónico es una potente herramienta de información que permite el control del abonado orgánico que se aplica a cada superficie cultivable y que nace con el objetivo de servir de apoyo a los productores agrarios de la Región de Murcia, a la vez que aportar una herramienta clave en la gestión, trazabilidad y transparencia del grado de aprovechamiento de los estiércoles y purines”, destacó el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo, quién resumió que “se trata de conocer el origen, el modo de transporte y el destino que tienen estos materiales”.

El responsable de Agricultura y Ganadería explicó que “las actividades ganaderas suponen la transformación de materias vegetales, y en algunos casos de origen animal, en productos destinados a la alimentación humana y a un buen número de sectores industriales". 

"En este caso, los estiércoles y purines se pueden entender como materias en las que están presentes determinados elementos contenidos en los alimentos del ganado (nitrógeno, potasio y fósforo), y que deben ser objeto de minimización y correcta gestión, aprovechando, si procede, como fertilizante y enmienda en las actividades agrícolas”, añadió.

Asimismo, los estiércoles y purines deben ser objeto de prevención y control en sus afecciones al entorno, a la vez que suponen una fuente de materias primas secundarias, cuyo peso específico debería aumentar dentro del total de fertilizantes utilizados, reduciéndose, en consecuencia, la proporción de nutrientes de origen mineral directo aplicados en los cultivos, indicaron fuentes del Gobierno regional.