El presidente de la empresa AlgaEnergy, Augusto Rodríguez-Villa, ha defendido una apuesta en España y en la Unión Europea (UE) por la biotecnología dentro de los planes y fondos para la recuperación tras la pandemia.
Rodríguez-Villa ha asegurado, durante el evento virtual “Tendencias” organizado por Nueva Economía Fórum, que “en España y en Europa” se debe aprovechar el conocimiento y apostar por un “caballo ganador” como la biotecnología en ramas como la salud, la alimentación o para pesticidas.
Su desarrollo, ha insistido, es fundamental en un contexto tras la covid-19 y en el marco del Pacto Verde europeo contra el cambio climático, o de la estrategia "De la granja a la mesa" para transitar hacia una producción alimentaria más sostenible.
Rodríguez-Villa, que también lidera la comisión nacional de transformación industrial de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), ha abogado por alianzas con países a los que no se puede "desbancar" y ha aludido a China -por su modelo económico diferente al de bienestar europeo- o EE.UU -por su avance tecnológico-.
Ha señalado que las empresas vinculadas con la biotecnología han presentado unas 700 manifestaciones de interés a los ministerios españoles, para acceder a las dotaciones de los fondos recuperación de la UE, entre las que AlgaEnergy ha remitido proyectos con un consorcio que engloba a centros de investigación y universidades.
A su juicio, "es bueno" y tendrá trascendencia internacional "pegar un empujón a la biotecnología de algas (dentro de los fondos de recuperación)".
La firma AlgaEnergy está presente en 20 países y se dedica a la comercialización de microalgas y derivados para el aprovechamiento en agricultura, nutrición, cosmética, acuicultura, bioenergía o farmacia.
Rodríguez-Villa ha insistido en el papel de las microalgas para “mejorar la vida de la gente” y, en el caso agrícola, contribuir a la continuidad de la cadena de valor agroalimentaria, incluso en países muy dañados por la covid-19 como la India o Brasil.
Como ejemplo, ha dicho que en la India la empresa suministra las algas a “dos millones de agricultores” para nutrientes y se ha conseguido incrementar los ingresos un 20 "potentes" para comercializar microalgas ha mencionado su falta de competencia con otras materias primas, la economía circular, su contribución para retirar dióxido de carbono o como componente para alimento o fármaco.
Ha asegurado que en un futuro habrá lineales de supermercados con muchos compuestos con microalgas, pero en el presente, considera que el marco regulador de la UE es más restrictivo que en otros puntos del mundo a la hora de autorizarlas como ingrediente alimentario.
Por ejemplo, ha añadido, en Japón se permite usar como alimento todas las algas que no estén en una lista negra, mientras que en alimentación solo están autorizadas en la UE tres estirpes, ha detallado.
En cuanto a sus beneficios para la salud, se ha referido un proyecto con el Hospital de La Paz (Madrid), según el cual la ingesta de microalgas durante un mes por parte de personas con síndromes metabólicos bajó su colesterol y otros marcadores.
