Bruselas registra una iniciativa ciudadana para otorgar al agua tanta prioridad como a la descarbonización

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La Comisión Europea registró hoy una iniciativa ciudadana que pide considerar el agua como una prioridad estratégica y elevar la resiliencia hídrica al mismo nivel que la descarbonización porque ayudaría a mejorar la competitividad de la Unión Europea.

"El agua no es solo una cuestión ecológica, sino que conecta significativamente con todas las dimensiones socioeconómicas de Europa, incluyendo la agricultura, la industria, la salud, el desarrollo urbano y la producción de energía", dicen los impulsores de la propuesta.

El Ejecutivo comunitario no ha analizado aún en profundidad la petición, sino que la tramita porque cumple con los requisitos para que la Comisión inscriba la iniciativa ciudadana y, a partir de ahora, los promotores de la solicitud tienen seis meses para iniciar el proceso para recoger un millón de firmas y un año para completarlo.

El objetivo de los solicitantes, vinculados a la asociación Volonteurope, es que se reduzca significativamente la huella hídrica "de todos los segmentos de la sociedad y enfatizar un cambio de paradigma a nivel europeo para salvaguardar el agua limpia para individuos, empresas, agricultores y ecosistemas".

Esto conlleva acelerar la transición hacia una industria y agricultura circular y eficiente en el uso del agua, para asegurar la competitividad promoviendo soluciones innovadoras como herramientas digitales, recuperación de recursos, soluciones basadas en la naturaleza y herramientas de gobernanza inclusivas, entre otras.

El argumento reposa en que ese enfoque permitiría "asegurar la disponibilidad de las habilidades necesarias para una economía inteligente en el uso del agua, preservar empleos y crear nuevas oportunidades laborales para los trabajadores".

Los solicitantes entienden que avanzar en ese sentido pasa, entre otros aspectos, por "promover la gestión responsable y la conexión con los entornos acuáticos y apoyar los esfuerzos de restauración y protección" y, de esa forma, "garantizar el derecho humano de cada individuo a agua limpia y segura, y a saneamiento, así como la restauración y protección de los ecosistemas y la biodiversidad".

La petición llega en un momento en el que Europa "está experimentando cada vez más los impactos de la crisis mundial del agua, lidiando con sequías e inundaciones que comprometen la calidad del agua y el acceso al agua potable segura", afirman.

Europa acarrea un "notable déficit" en la eficiencia en el uso del agua "en diversos sectores, incluidas las infraestructuras de suministro, los procesos de producción y los patrones de consumo" que "pone en riesgo la competitividad europea debido a los riesgos de interrupción del suministro de agua".

"La agricultura, el mayor usuario de agua, se ve particularmente afectada por la escasez de agua, lo que destaca la urgencia de una sociedad inteligente en el uso del agua que apoye a nuestros agricultores y requiera medidas proactivas por parte de las industrias", destacan.

Invertir en agua

El informe global del agua elaborado en 2020 por la organización Carbon Disclose Project (CDP) indica que el costo de los riesgos relacionados con el agua para las empresas podría ser más de cinco veces superior al costo de abordar esos riesgos a través de inversiones.

Sirva de ejemplo que producir un kilo de hidrógeno verde, un vector energético llamado a contribuir en gran medida a la descarbonización de la UE, requiere nueve kilos de agua ultrapura, de forma que alcanzar los objetivos fijados por la Comisión Europea supondría el uso de alrededor de 90 millones de metros cúbicos de agua al año.

"Al adoptar tecnologías inteligentes en el uso del agua, la industria puede contribuir significativamente a una Europa resiliente e inteligente en el uso del agua", dicen los impulsores, que lamentan que exista una "financiación insuficiente" en política hídrica en la UE, entre otros obstáculos.

A pesar del objetivo general de reducir la huella de carbono del continente, continúan "las inversiones en proyectos que consumen mucha agua en regiones que ya enfrentan una escasez de agua severa", señala el texto de la propuesta, que propone un "cambio de paradigma" a la hora de analizar la resiliencia hídrica y un "enfoque sectorial específico".