Las ventas de aceite de oliva sumaron 70,94 millones de litros en los primeros cuatros meses del año, lo que supone una reducción del 25,42 "suave" (-35,14 %); 10,86 millones de "intenso" (-25,77 %) y 8,83 millones de virgen (-11,79 %).
En los primeros siete meses de campaña (entre octubre y abril), las ventas de aceite de oliva cayeron el 16,52 % respecto al mismo periodo de la anterior, y se situaron en 152,67 millones de litros.
Las ventas de virgen extra cayeron un 13 % en ese periodo, con 65,05 millones de litros acumulados, según Anierac.
Le siguieron el aceite de oliva "suave" con 52,08 millones de litros, el 20,62 % menos que en los primeros siete meses de la campaña anterior; el "intenso" con 19,45 millones, el 24,94 % menos; y el virgen con 16,09 millones, el 3,03 % menos.
Sólo en abril, las salidas totales se cerraron con 47,83 millones de litros, de los que 18,75 millones son de oliva; 1,29 millones de orujo y 27,78 millones de aceites refinados de semillas, según Anierac.
En el acumulado de la campaña se vendieron 9,61 millones de litros de aceite de orujo, el 11,84 % menos que en los siete primeros meses de la anterior, de los que 5,08 millones de litros se comercializaron en los cuatro primeros meses de 2023.
Entre enero y abril, los aceites refinados sumaron 110,67 millones de litros en ventas, el 1,98 % menos que en el mismo periodo de 2022.
De ellos, 81,16 millones de litros correspondieron al aceite refinado de girasol, el 12,26 % menos que en el primer cuatrimestre del año pasado; 27,81 millones, al refinado de semillas, con un aumento del 48,55 %; y 1,05 millones, al resto de los aceites de semilla, con una subida del 57,75 %.
En total, las empresas de Anierac han puesto en el mercado 194,7 millones de litros de aceite en el primer cuatrimestre, el 13,54 % menos que en el mismo periodo de 2022.