Países Bajos y Castilla-La Mancha colaboran en un proyecto para el olivar de bajo rendimiento

Países Bajos y Castilla-La Mancha trabajan conjuntamente en un proyecto dirigido a mejorar la gestión integral del agua y el suelo en el olivar de bajo rendimiento, cuya fase práctica comenzará en las comarcas del Campo de Montiel y Montes de Toledo...

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Países Bajos y Castilla-La Mancha trabajan conjuntamente en un proyecto dirigido a mejorar la gestión integral del agua y el suelo en el olivar de bajo rendimiento, cuya fase práctica comenzará en las comarcas del Campo de Montiel y Montes de Toledo aunque está abierto a los agricultores que quieran adherirse.

El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha mantenido una reunión este miércoles con el embajador de Países Bajos en España, Jan Versteeg, para abordar esta colaboración que se inició en abril de 2021 y que ahora se encuentra en su primera fase.

Con casi 1,2 millones de hectáreas de cultivos leñosos, Castilla-La Mancha es una potencia en este sector, en concreto en el viñedo, olivar, almendro y pistacho, ya que tiene el 23 por ciento de los leñosos de España.

De hecho, una de cada tres hectáreas agrícolas de la comunidad autónoma se dedican a leñosos (el 14 por ciento de la superficie de la región son cultivos leñosos) y una parte "muy importante" de esta superficie es de secano, con lo que esta colaboración con Países Bajos, por medio de la Universidad de Wageningen, va a ayudar a los agricultores a tomar decisiones de cara a la nueva Política Agraria Común (PAC) 2023-2027 y a la elección de 'ecoregímenes'.

En rueda de prensa tras la reunión, el consejero ha señalado que este proyecto "nos aportará ciencia" para poder adoptar las mejores decisiones y en cuanto a los cultivos leñosos, ha explicado que hay que tender a cubiertas vegetales, que tienen efecto muy positivo para la biodiversidad y para el suelo.

Ha subrayado, en este sentido, que la PAC contempla por primera vez una ayuda específica para el olivar de bajo rendimiento, de 30 millones de euros al año, que era una reivindicación de Castilla-La Mancha y que se pondrá en marcha en 2023.

Por su parte, el embajador de Países Bajos ha manifestado que el proyecto se apoya en tres grandes premisas: la lucha contra el cambio climático es tarea de todos; el agua y el suelo son recursos imprescindibles para producir alimentos y su gestión integral es esencial, y actuar en cultivos tradicionales evitará su abandono.

Ha explicado que aunque las realidades medioambientales de Países Bajos y Castilla-La Mancha están "alejadas" no lo está el afán para mitigar el cambio climático, que afecta a todos y que es una "prioridad" de la Unión Europea y de sus estados miembros.

Versteeg ha llamado la atención sobre los fenómenos meteorológicos extremos que se están sucediendo (olas de calor, sequía, precipitaciones o ciclones) y ha precisado que aunque la región mediterránea se verá más afectada, también lo estará Países Bajos: "estamos todos en el mismo barco", ha resumido.

En esta situación, mejorar el rendimiento del agua y el suelo puede reducir procesos erosivos y aumentar la capacidad de agua en el suelo y la resiliencia de cultivos frente a la sequía, ha indicado el embajador, quien ha apuntado lo positivo de aunar fuerzas y colaborar.

Tanto el consejero como el embajador han señalado que será necesario que haya agricultores dispuestos a trabajar en este proyecto cuando se ponga en marcha en su fase 'de campo', que inicialmente comenzará en el Campo de Montiel y los Montes de Toledo.