La emprendedora e ingeniera técnica industrial Virginia Fradejas (Boecillo, Valladolid) ha ganado la quinta edición del Premio Talenta 2024, valorado en 8.000 euros, con el proyecto Kamarere, que busca reducir el desperdicio alimentario con la creación de alimentos deshidratados en polvo.
El certamen, organizado por la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur) con la colaboración de la empresa tecnológica del sector agroalimentario Corteva, ha dado a conocer este miércoles su veredicto en un acto en Madrid y busca impulsar el emprendimiento de las mujeres que viven en zonas rurales.
La secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación, Begoña García, ha reivindicado en su intervención en la entrega de premios en la necesidad de que "todos los días" sean el 8 de marzo, además de celebrar que haya mujeres emprendedoras en el rural que asuman proyectos empresariales, sean jefas de explotaciones o ejerzan la titularidad compartida.
Para la secretaria de Estado, el liderazgo de las mujeres del campo es "transformador", especialmente en un contexto en el que la despoblación de las zonas rurales se materializa en la pérdida de población femenina, por lo que estas áreas necesitan de la presencia de femenina para "fijar población".
En su alocución, ha agradecido a la directora General de Desarrollo Rural, Isabel Bombal, presente en el acto de Fadeur, poder trabajar juntas desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para fomentar políticas que ayuden a la incorporación de la mujer en el sector agro.
Como novedad en esta quinta edición, la federación ha anunciado que todas las finalistas tendrán un reconocimiento económico, de 1.000 euros cada una de ellas, y contarán con apoyo formativo y asesoramiento, y una campaña de visibilidad.
La entrega del premio se ha realizado en la semana en la que se celebra el Día Internacional de las Mujeres el 8M y las organizadoras han hecho hincapié en la necesidad apostar por los proyectos de mujeres que deciden emprender en el rural.
Fradejas, con su proyecto Kamarere, ha creado productos como pimientos caramelizados a partir de frutas y verduras deshidratadas.
Su objetivo es fomentar la lucha contra el desperdicio alimentario y mostrar que, con estos productos que no acceden al mercado por motivos estéticos, se pueden hacer recetas que den sabor a los platos.
Las hermanas Elena, Mercedes y Marina (Bellmut del Priorat, Tarragona) han quedado finalistas con su Formatgeria Linens, que comenzó hace unos años "por casualidad" y les ha llevado a tener ya unas 20 cabras con las que elaboran quesos naturales y yogur.
Para poder seguir con su proyecto, estas hermanas han explicado que necesitan alcanzar una cabaña de 80 cabras, ya que hasta ahora han contado con la ayuda de una quesería de la zona; por ello, han insistido en que 2024 es un año clave para seguir apostando por su quesería.
María Bouzas (Antas dde Ulla, Lugo) se ha presentado al certamen como "mujer, madre y artesa", y ha explicado durante la defensa de su iniciativa que llegó al rural en 2001, ahí ha criado a su hija, construido su casa con sus propias manos y puesto en marcha el proyecto Tatarabous.
Esta iniciativa le ha permitido producir tres variedades de galletas cocinadas con ingredientes "naturales" y de "calidad, según ha subrayado, tras explicar que la harina de trigo que utiliza es de un molino de piedra y la acompaña con azúcar morena de caña.
La elección de la ganadora ha sido "difícil", ha subrayado la presidenta de Fademur, Teresa López, quien ha explicado que, en total, se han presentado casi un centenar de proyectos de todo el país, una cifra que a su juicio evidencia la "fuerza" de la mujer emprendedora en las zonas rurales.
El presidente de Corteva, Manuel Melgarejo, ha resaltado en su intervención en la entrega de premios que, a pesar de ser esta la quinta edición de los premios, "aún queda mucho por hacer" para mejorar el fomento de la igualdad en estas zonas y el emprendimiento de las mujeres.
