El Comité de Gestión de Cítricos cumple medio siglo

El Comité de Gestión de Cítricos (CGC), que fue promovido por el entonces delegado de Comercio en Valencia, el ya fallecido Pedro Solbes, y el empresario valenciano Julio de Miguel, cumple el 50 aniversario de su fundación...

Cosecha cítricos cajas campo (Foto La Unió)

El Comité de Gestión de Cítricos (CGC), que fue promovido por el entonces delegado de Comercio en Valencia, el ya fallecido Pedro Solbes, y el empresario valenciano Julio de Miguel, cumple el 50 aniversario de su fundación.

La asociación profesional de ámbito nacional, que integra a los exportadores privados de cítricos, nació en virtud del decreto 2059/1972, de 21 de julio, con el objetivo de organizar la exportación española de cara a preparar la integración en la Comunidad Económica Europea (CEE).

Hoy martes celebrará un acto de celebración del aniversario en su sede de la calle Monjas de Santa Catalina de València, que ha sido recientemente rediseñada y reformada, según informa el CGC en un comunicado.

Al acto han sido invitados el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Isaura Navarro.

El Comité de Gestión de Cítricos, presidido por Inmaculada Sanfeliu, está integrado por empresas exportadoras, grupos empresariales y organizaciones de productores de toda España. También forman parte de esta organización la Asociación de Citricultores de la Provincia de Huelva (ACPH) y la Asociación de Organizaciones de Productores Integradas (AOPCC).

En 1972, el entonces delegado de Comercio en Valencia, que posteriormente fue ministro y vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, junto al empresario valenciano Julio de Miguel, promovió esta entidad, en la que se integró la Administración y todos los representantes del sector (comercio privado, cooperativas, organizaciones agrarias y la industria de zumos).

La adhesión de España en 1986 a la CEE supuso la adaptación del sector a las exigencias normativas comunitarias e implicó la salida del Estado de la organización.