El secretario general de COAG, Miguel Padilla, defiende la necesidad de "ser prácticos" ante este nuevo ciclo de sequía que viene padeciendo la Región de Murcia, por lo que abogó por la autonomía hídrica mediante la construcción de dos o tres o desaladoras públicas que empleen energía renovable, concretamente fotovoltaica, con el fin de que los agricultores puedan acceder al agua a un precio "razonable".
Se trataría de que cada una de estas plantas tuviera una capacidad de producción "importante", de entre 150 y 200 hm3, generando suficientes recursos hídricos para que los agricultores pudieran planificar las campañas sin sobresaltos, especialmente en momentos de extrema sequía. "Con la situación política que hay en las CC.AA es difícil que se vaya a llegar a un acuerdo en materia de agua, y tenemos la oportunidad de ser autónomos si somos realistas", sentenció.
"El cambio climático ha venido para quedarse", auguró el secretario general de COAG, quien recordó que "son ya más de 30 años escuchando promesas de que se va a hacer tal Plan Hidrológico Nacional o tal trasvase del Ebro y luego no ha venido nada". Por ello, consideró que "hay que buscar responsabilidades también entre quienes realizaron promesas que luego no se cumplieron".
"Los que somos agricultores o ganaderos necesitamos el agua para desarrollar nuestro trabajo todos los días, y la angustia que tenemos por no tener dotación y por no saber cuándo la tendremos nos hace ser pragmáticos", reconoció Padilla, quien advirtió que esta apuesta por la desalación a corto-medio plazo "no supone en absoluto" renunciar al Tajo-Segura o a la interconexión de cuencas. "Podemos ser autónomos con desalación, por desgracia", apostilló.
En este sentido, propuso la elaboración de un Plan Hidrológico Regional que permita al sector agrario y ganadero "saber cuánta agua tenemos, dónde está y cómo podemos disponer de ella". Para ello, se elaboraría un catálogo de pozos, desaladoras, recursos propios del río y la posibilidad de interconectar dentro de la misma cuenca. "¿Se podría hacer una desaladora en, por ejemplo, Mazarrón y llevar al agua a Cieza?", se preguntó a modo de ejemplo.
Y es que, el agua ha sido el tema principal abordado por COAG Murcia en la rueda de prensa que ofreció la organización agraria a modo de balance de 2017, y en la que se hizo una radiografía regional de la situación actual. De hecho, Padilla discrepó de los optimistas datos avanzados por el Ministerio de Agricultura respecto a la producción agropecuaria y el crecimiento de la renta agraria, ya que, según sus estimaciones, el 30 por ciento de las exportaciones murcianas provienen de otras provincias.
Al respecto, Padilla mostró su confianza en que este proceso de deslocalización sea "temporal" y una vez pase el ciclo de sequía las producciones vuelvan a la Región de Murcia, pues de mantenerse fuera las consecuencias serían muy negativas, ya que acarrearía deslocalizar también la mano de obra y la maquinaria.
Por el momento, "se está comprando en otras zonas y se trae a la Región para el manipulado", explicó el presidente de COAG Murcia, agregando que en un principio este fenómeno comenzó con el traslado de producciones a provincias limítrofes, como Albacete, con garantías de agua, pero a la vista de la situación "extrema" actual ya se está comprando a zonas de Andalucía, Extremadura y Navarra.
PLAN PARA SECANO
Igualmente, Miguel Padilla demandó la necesidad de un Plan Estratégico para el Secano, que supone el 85% de las explotaciones de la Región de Murcia. A su juicio, un plan conjunto con la implicación de administración, universidades y agricultores "favorecerá que el secano aporte beneficios importantes, como captación CO2, y evitará que se despueblen pedanías y municipios rurales".
Por el momento, se está empezando a apostar en las pedanías altas de Lorca, así como en Caravaca y Moratalla, por cultivos alternativos como las plantas aromáticas, que al estar dando resultados positivos están planteando la necesidad de crear cooperativas que se encarguen de la extracción de la esencia. También se está tratando de recuperar el esparto.
Respecto al balance agropecuario, el presidente de COAG apuntó que en el almendro la cosecha ha sido superior a 2016, ocho millones frente a los cuatro o cinco de 2016; en la aceituna también ha aumentado la producción, aunque no se puede cifrar porque se encuentra en plena cosecha; y en la viña ha descendido un diez por ciento.
En frutas como la sandía los precios han sido "catastróficos" y recordó que la distribución "puso precios bajos que ha mantenido y e incluso ha seguido bajando", señalando éste como uno de los sectores que ha salido muy perjudicado este año. Pese a ello y a la sequía, el presidente de COAG considera que sigue siendo un sector dinámico.
Respecto a la alcachofa, Miguel Padilla recordó que las recientes heladas han afectado a una parte importante de la producción y no es recuperable hasta marzo. Heladas que también han afectado a la lechuga y el brócoli.
Respecto a la ganadería, COAG considera "razonable" los precios de porcino, ovino y vacuno, aunque destaca que tanto el ovino como el vacuno se mantienen por la actividad exportadora de ganado vivo, especialmente al mercado árabe. En el caso de la miel, un sector importante en la Región, Miguel Padilla ha señalado que "a pesar de ser un año seco ha habido buena floración hasta hace unos meses, con precios razonables también".
TODOS LOS RESPONSABLES
Miguel Padilla ha finalizado realizando una "reflexión" con respecto al informe de la Fiscalía sobre el Mar Menor, "respetando a la justicia siempre", pero afirmado que "nos sorprende que solamente aparezca el sector agrario como culpable, cuando otros sectores como el turístico en plena expansión urbanística en toda la zona no aparecen".
"Nosotros no renunciamos a nuestra culpa, pero durante años hemos estado proponiendo soluciones a las que no se ha hecho caso, tal y como recoge el citado informe de la fiscalía, por lo que debemos buscar responsabilidades no solo a hechos, sino también a promesas que no se materializan".
Por último, Padilla reclamó más fondos para la agricultura para reactivar los planes de mejora y, en especial, para favorecer la contratación de seguros agrarios "que nos permitan afrontar situaciones como la actual, sin lluvias, con frío persistente y con amenaza de tormentas".
