Prevenir los golpes de calor es tarea de trabajadores y productores agrarios por igual

La adopción de medidas de protección frente a las altas temperaturas es imprescindible tanto para los trabajadores agrarios como para los agricultores y ganaderos por cuenta propia...

Tranajadora del campo Jornalera (Foto Junta de Andalucía)

La adopción de medidas de protección frente a las altas temperaturas es imprescindible tanto para los trabajadores agrarios como para los agricultores y ganaderos por cuenta propia, como destacan las organizaciones agrarias tras la muerte de dos personas en el campo en la primera ola de calor.

Un agricultor de 47 años falleció el pasado sábado en Aznalcóllar (Sevilla) víctima de un golpe de calor cuando se encontraba arando un terreno y otro de 46 años perdió la vida por la misma causa mientras trabajaba en una explotación vitivinícola en Cinco Casas (Ciudad Real).

Las altas temperaturas registradas en España durante la ola de calor de estos días y, en general, a lo largo del verano, obligan a adoptar medidas de prevención para evitar ese tipo de sucesos.

EVITAR LAS MUERTES EN EL CAMPO

El secretario de Organización de Asaja, Juan José Álvarez, ha explicado este miércoles a Efeagro que las recomendaciones sirven tanto a los trabajadores agrarios como a los empresarios del campo, que quizás pueden actuar a veces con "exceso de confianza".

Todos ellos deben estar formados e informados sobre los riesgos del estrés térmico por calor y la forma de prevenirlos, según Álvarez, que ha destacado que llevan poniendo en marcha los protocolos desde hace mucho tiempo a través del diálogo social y los convenios provinciales.

Entre los consejos, el responsable de Asaja ha asegurado que hace falta que los trabajadores estén aclimatados al calor en función de su esfuerzo físico, proporcionarles agua y lugares frescos, y organizar el trabajo para reducir el tiempo o la intensidad de la exposición.

Esto implica establecer pausas según las necesidades de los empleados, adecuar los horarios laborales al calor del sol, fijar rotaciones o disponer que las tareas de más esfuerzo se hagan en las horas de menor calor, como parte de las obligaciones de las empresas.

El responsable de Riesgos Laborales de la organización agraria COAG, Andrés Góngora, ha apuntado que "el golpe de calor es muy traicionero" y ha llamado a extremar las precauciones, sobre todo si se tiene alguna patología previa, y centrar las labores a primera hora de la mañana o incluso de noche, evitando hacerlo por la tarde.

"Puede haber alguna actividad por la tarde, como la del ganadero que tiene que recoger animales o cambiarlos de sitio, pero no es habitual; en los trabajos de recolección, que es lo más manual que hay, poco se hace por la tarde", ha añadido Góngora.

Se debe prestar atención a cualquier síntoma como un mareo, un dolor de estómago o cabeza, o un exceso de sudoración, y parar de forma automática ante la posibilidad de sufrir un golpe de calor.

Estar en la sombra lo máximo posible, tener siempre a mano agua refrigerada y beber cada 15 minutos, usar ropa adaptada que permita la transpiración y evitar las comidas grasientas o bebidas muy azucaradas son otras de las recomendaciones para quien trabaja en el sector primario.

PROHIBIDO TRABAJAR SIN PROTECCIÓN

El pasado 7 de junio, la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados convalidó un decreto que prohíbe, entre otras medidas, desarrollar ciertas tareas durante las horas del día cuando concurran fenómenos meteorológicos adversos, en aquellos casos en que no pueda garantizarse de otro modo la debida protección del trabajador.

En caso de alerta naranja o roja por altas temperaturas emitida por la Agencia Estatal de Meteorología, resulta obligatorio adaptar las condiciones de trabajo, incluida la reducción o modificación de las horas de desarrollo de la jornada prevista.

Góngora ha considerado que "el trabajo agrario tiene que ser flexible para adaptarlo a unas condiciones que han dejado de ser normales" y se están repitiendo más allá de los meses centrales de verano, como ha ocurrido con las olas de calor de abril y junio.

El vicesecretario general de UPA, Cristóbal Cano, ha lamentado las muertes de los últimos días y ha afirmado que "el trabajo en el campo cambia de manera mayoritaria cuando llega el calor de estos días", de modo que a mediodía "no queda nadie en el campo".

"Tiene que ser el sentido común el que marque esa nueva forma de organizar el trabajo con calor extremo", ha precisado Cano, que ha insistido en no descuidar la hidratación ni la protección solar.

A su juicio, "no hay tarea del campo que se imponga" a las medidas de prevención, como adelantar el trabajo en el exterior y continuarlo en una instalación con sistemas de refrigeración y ventilación si fuera aprieta el calor.