La empresa familiar Incarlopsa, con sede en Tarancón (Cuenca), facturó el pasado ejercicio 927,6 millones de euros, un 5,1 "ha seguido marcado por la incertidumbre" por los efectos derivados de la pandemia de la covid y por el "crecimiento exponencial" del precio de la energía y de los costes de logística y distribución, lo que se ha traducido en un incremento de los gastos operativos de la sociedad.
A pesar de este "entorno complejo", Incarlopsa ha destinado 27,3 millones de euros a inversiones productivas y ha afianzado su compromiso con proveedores locales y de proximidad para impulsar con ellos las mejores prácticas en material ambiental y de bienestar animal.
El año pasado, la firma ha trabajado con 1.512 granjas españolas y ha producido 355.000 toneladas de alimentos y productos cárnicos.
Incarlopsa, de capital 100 % español y con más de 40 años de historia, cuenta con once centros productivos repartidos por Castilla-La Mancha, Castilla y León y Andalucía y genera 4.130 empleos directos e indirectos, según las mismas fuentes.
