La cooperativa Ganaderos de Gestión Medioambiental de Purines (Gesalor) planea construir en Lorca con fondos públicos y privados una planta dedicada a la conversión de dos millones de metros cúbicos de purines al año en abono orgánico, electricidad y biogás.
La planta combinará la separación de la fracción sólida y líquida, por medio de separadores compactadores y tamices rotativos, con tratamiento EBD (dispositivos con mezcla de minerales).
Como resultado de ese tratamiento se obtendría un abono líquido apto para la fertirrigación, aplicable a la agricultura y haría posible la cogeneración eléctrica y de gas durante el proceso.
La planta tiene un presupuesto inicial de 4,5 millones de euros, que podría duplicarse con la fase de biogás, y el proyecto, que espera recibir financiación de los fondos europeos Next Generation, ha sido presentado este jueves en Lorca a posibles inversores de Alemania y Suiza.
Lo ha contado el presidente de Gesalor, Francisco Román, durante la presentación del proyecto en un hotel de Lorca en el que ha estado acompañado por el alcalde de la ciudad, Diego José Mateos, y por el consejero de Agricultura, Agua, Ganadería y Medio Ambiente, Antonio Luengo.
Mateos ha dicho que el consistorio está dispuesto a contribuir a la puesta en marcha de este proyecto porque la gestión de los residuos ganaderos es “un problema” que hay que resolver en un municipio como Lorca, que cuenta con una gran cabaña de ganadería intensiva.
El consistorio va a poner a disposición de Gesalor una parcela municipal de 20 hectáreas situada en las inmediaciones del Centro de Gestión de Residuos de la empresa pública Limusa, ubicado en el paraje de Barranco Hondo.
Mateos ha dicho que el consistorio cree que las instalaciones del vertedero y del centro de tratamiento de purines “pueden ser complementarias” y se ha comprometido a agilizar los trámites municipales necesarios para la puesta en marcha del proyecto de Gesalor.
Mientras, Luengo ha recordado que Gesalor, integrada por un centenar de ganaderos de porcino, ya ha avanzado en soluciones para la gestión de purines, con la creación de un sistema de trazabilidad para tener identificados los puntos de producción de esos residuos y sus características.
También ha aludido a sus inversiones en la adquisición de maquinaria para prevé reutilizar los purines de cerdo como abono para la tierra, sin generar malos olores mediante su inyección directa en el suelo desde una cuba de transporte, una técnica que permitirá reducir las emisiones de amoniaco en un 60 por ciento.
El abono obtenido se podrá utilizar en 5.500 hectáreas de terreno destinado a cultivos agrícolas, donde se suministrará la dosis exacta de este fertilizante orgánico mediante su inyección a través de camiones cisterna adaptados.
Si prospera la construcción de la planta de gestión y valorización de los purines, Luengo prevé que la Región de Murcia será “punta de lanza” en las soluciones a ese problema medioambiental generado por los subproductos ganaderos.
Forman parte de la cooperativa ganaderos de porcino cerca de 200 explotaciones y un censo superior a los 200.000 animales.
