Una granja porcina ubicada en Isona y Conca Dellà (Lleida) ha sido denunciada por una serie de malas prácticas higiénico-sanitarias, al haber sido detectados restos de cadáveres porcinos en estado putrefacto en los alrededores de la explotación por una patrulla del Seprona de la Guardia Civil.
Según ha explicado la Guardia Civil en un comunicado, en el exterior de la granja se pudo observar la existencia de dos esqueletos de animales adultos, así como restos cadavéricos de cerdos, todos ellos semienterrados y con un "fuerte desprendimiento" de olor debido a su avanzado estado de descomposición.
Igualmente, a causa de los “olores fétidos” se pudo localizar en el interior de la finca un vertido de aguas residuales domésticas con materias fecales, procedentes de un cuarto de baño.
En este sentido, especifican que, a través de una tubería de PVC, los deshechos eran evacuados directamente al medio natural, a escasos 30 metros de un camino público.
Ante este escenario, los agentes siguieron con la inspección y apreciaron que en una zona contigua a la granja y repartidos en diferentes puntos se amontonaban a la intemperie y en terreno permeable una “cantidad considerable” de residuos de todo tipo como hierro, latas, recipientes de vidrio y plástico, botes de espray y una decena de piezas de fibrocemento de amianto.
Finalmente, el propietario confirmó que la granja carecía de programa higiénico-sanitario supervisado por un veterinario oficial, siendo obligatorio en este caso para obtener un estado óptimo de salud y de bienestar animal.
Por todo ello, el Seprona denunció al propietario por diversas infracciones administrativas y se puso en conocimiento de la Agencia de Residuos de Cataluña y del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural.
