Legumbres, la comida bíblica que resurge del olvido y gana adeptos en España

Cuando Esaú vendió su primogenitura a Jacob por un plato de lentejas, tal y como relata el Génesis, no podía imaginarse que en el siglo XXI las legumbres iban a considerarse un "superalimento" y a ganar adeptos tras décadas en el olvido...

Legumbres granel (Foto Uniu00f3n de Uniones CLM)

Cuando Esaú vendió su primogenitura a su hermano Jacob por un plato de lentejas, tal y como relata el Génesis, no podía imaginarse que en el siglo XXI las legumbres iban a considerarse un "superalimento" en todo el mundo y a ganar adeptos en países como España tras décadas en el olvido.

La pandemia hizo que esta comida, de bajo precio y de fácil y duradero almacenaje, se agotara en los lineales de los supermercados españoles en las primeras semanas de confinamiento. En 2020, su venta se disparó en el país más de un 25 "superalimento" porque son una fuente de proteínas, fibra, hierro, zinc, vitaminas del grupo B y carecen de colesterol.

En 2016, el consumo anual per cápita en los hogares españoles era de 3,11 kilos, una cifra que ha aumentado paulatinamente -con un repunte en 2020- hasta los 3,52 kilos hasta noviembre de 2021, según los últimos datos del Panel de Consumo Alimentario que mensualmente elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

Cantabria, con datos de 2020, es la principal región en consumo de legumbres (5,2 kg por persona y año), seguida de Baleares (5,06 kg), Cataluña (4,95 kg), Aragón (4,54 kg) y Asturias (4,14 kg); a la cola se sitúan Galicia (3,14 kg), Canarias (3,33 kg) y Andalucía (3,36 kg).

La subida del consumo, como ha explicado a Efeagro el secretario general de la Asociación de Legumbristas de España (ALE), José Manuel Álvarez, responde a múltiples factores.

La pandemia ha hecho recuperar en los hogares recetas tradicionales con legumbres y probar otras nuevas, incorporándolas, por ejemplo, a ensaladas; hay una clara tendencia a buscar alternativas a la proteína animal y su diversificación de formatos -desde 2019 se venden más las cocidas que las secas- han impulsado su consumo.

"La generación de nuestros padres es la más longeva de nuestra historia y quizá sea porque comían o siguen comiendo muchas legumbres", ha agregado en tono desenfadado.

La moda de la proteína vegetal se percibe ya en las ofertas "veggie" de la hostelería, como la de la cadena Timesburg, que cuenta en España con hamburguesas que parecen hechas de carne pero que están elaboradas con kale, garbanzo y trigo sarraceno o con frijoles, arroz y proteína de guisante.

UN CULTIVO SOSTENIBLE DESDE EL PUNTO DE VISTA MEDIOAMBIENTAL

Álvarez también ha destacado que su cultivo rotativo es más recomendable que el barbecho, ya que eleva la biodiversidad vegetal y actúa como abono natural de los campos por su capacidad para fijar nitrógeno de la atmósfera, lo que se traduce en un menor consumo de fertilizantes sintéticos, en línea con lo que postulan las estrategias del Pacto Verde Europeo.

España es ahora deficitaria en producción de legumbres y hay que importar -las más consumida es el garbanzo, seguida de la lenteja y la alubia-, pero en la Asociación de Legumbristas confían en que con la nueva Política Agrícola Común (PAC) 2023/27, se dé un impulso a su cultivo, ya que podrá optar a ayudas directas y por eco-régimen.

MÁS DE 50 VARIEDADES PARA ELEGIR

El gerente de la cadena de alimentación selecta a granel Casa Ruiz, Xavier Ripoll, ha explicado que la venta de las 50 variedades de legumbres con las que cuentan "cada vez más tienden a desestacionalizarse" y a repartirse durante todo el año, aunque continúan estando más centradas en los meses de invierno.

Además, asegura que se ha diversificado la demanda y el consumidor ya no solo pide las clásicas lentejas de La Armuña, el garbanzo de Fuentesaúco o la judía blanca de la Bañeza, si no que se ha abierto a nuevas variedades como la lenteja "caviar" o "beluga", de muy pequeño tamaño y negra, que se utiliza en frío para ensaladas.

Sus clientes tipo varían desde la señora mayor -que cuando era joven acostumbraba comprar al peso en ultramarinos-, hasta los de menor edad que están interesados en una materia prima de calidad, no procesada, y que buscan una dieta saludable.