La campaña de la almendra en el Bajo Guadalquivir se ha iniciado con una merma del 40 "lo que no ayuda a unos árboles que, además, tienen una importante debilidad por la sequía".
Diego Bellido ha subrayado que la primera floración se hizo también con unas condiciones climáticas duras "de levante y calor" en los meses de abril y mayo, mientras que, posteriormente "las lluvias torrenciales también han hecho mucho daño a estos cultivos".
El clima seco que está predominando desde principios de año y las lluvias tardías de finales de la primavera también han provocado un reajuste del 11 % de la producción prevista en el girasol andaluz, que, de 210.000 hectáreas previstas ha pasado a 187.000.
Según señala el mismo portavoz de COAG esto se ha traducido en que el ajuste se va a traducir en el citado porcentaje, "con las provincias de Sevilla y Córdoba como las más afectadas por esta reducción de superficie".