Francia dará exenciones y ayudas a los agricultores por evitar el glifosato

Francia prepara un dispositivo para conceder exenciones fiscales a los agricultores que dejen de utilizar glifosato en sus cultivos, a las que se añadirán ayudas para cambiar los equipamientos empleados para este controvertido pesticida que el país quiere proscribir totalmente...

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Francia prepara un dispositivo para conceder exenciones fiscales a los agricultores que dejen de utilizar glifosato en sus cultivos, a las que se añadirán ayudas para cambiar los equipamientos empleados para este controvertido pesticida que el país quiere proscribir totalmente.

El Ministerio de Agricultura anunció el pasado lunes un paquete de 80 millones de euros suplementarios, vinculados al abandono del glifosato, dentro de una prima a la conversión de equipamientos agrícolas creada dentro del plan de recuperación económica, y que tendrá en total una dotación de 215 millones.

Eso se añade a la enmienda adoptada el pasado sábado en el Senado para crear una exoneración temporal de 2.500 euros en apoyo de las empresas agrícolas que declaren en 2021 y/o en 2022 haber dejado de utilizar productos que contienen esa sustancia.

Una exención que va dirigida en particular a los sectores más afectados económicamente por la salida del glifosato, como la viticultura, los frutales o grandes cultivos como los cereales.

En un comunicado, el Ministerio subrayó que se trata de "compensar los costos inducidos" por dejar de recurrir a esa sustancia, ya que mientras el precio de los productos que venden los agricultores es el mismo (salvo que se conviertan a la agricultura ecológica), la producción disminuye.

Según los trabajos realizados por el Instituto Nacional de Investigación para la Agricultura, la Alimentación y el Medio Ambiente (INRAe), la pérdida en términos de excedente bruto de explotación puede alcanzar el 16"una fuerte voluntad del Gobierno para acompañar a los agriculores. Toda transición tiene un costo y debe financiarse".

El presidente francés, Emmanuel Macron, había prometido en noviembre de 2017 que se prohibiría el glifosato desde que se encontraran alternativas, y como muy tarde tres años después. Pero en enero de 2019 reconoció que no sería posible hacerlo en ese plazo porque "mataría nuestra agricultura".

El viernes pasado, Macron volvió a admitir que no se había conseguido el objetivo de proscribir este pesticida porque había un riesgo de distorsión de la competencia mientras en otros países europeos el glifosato se siga utilizando. 

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