El grupo Tragsa cerró el ejercicio 2020 con un beneficio de 23,8 millones de euros, casi cuatro veces más que un año antes, gracias a que su facturación subió hasta sus mejores niveles desde 2010.
La compañía, participada por el Estado a través de la SEPI y especializada en servicios agrarios, ha informado de que logró aumentar sus ingresos en un 16 "próximamente" procederá a una revisión de sus tarifas.
Tragsa recibe encargos directos de las administraciones -es decir, no compite con operadores privados sino que ejecuta trabajos asignados por las entidades públicas que figuran como accionistas- y recibe por ello un importe ajustado a las tarifas aprobadas cada año.
El presidente de la firma, Jesús Casas, ha resaltado en un comunicado que estas cuentas "consolidan la evolución de la compañía iniciada hace tres años y le permiten encarar el actual ejercicio con la fortaleza suficiente para responder de forma ágil y flexible".