Semejanzas y diferencias entre el campo español y el francés para protestar

El campo español comparte muchas de las razones de las protestas que bloquean Francia, sobre todo el descontent:encodedo con las políticas de la UE, pero existen matices y diferencias...

Tractorada Madrid (Foto Unión de Uniones)

El campo español comparte muchas de las razones de las protestas que bloquean Francia, sobre todo el descontent:encodedo con las políticas de la Unión Europea (UE), pero existen matices y diferencias, aparte de las discrepancias en las opiniones formuladas por sus respectivos Gobiernos.

"Tenemos las mismas razones o más que los franceses para protestar", han declarado los portavoces del sector agrario español en los últimos días, cuando condenaban la deriva violenta de los productores galos contra los camiones, algunos de ellos españoles.

Manifestaciones que ya se han extendido por países como Alemania, Bélgica, Italia, Rumanía o Polonia, en protesta por la crisis y "persecución" que nota el sector, por las ambiciones verdes de la Comisión Europea o por las recurrentes críticas a la Política Agrícola Común (PAC).

Pero Francia, primer receptor de fondos agrícolas de la UE -seguido por Alemania y España- es un símbolo, ya que en las negociaciones comunitarias tradicionalmente encabeza los países defensores del campo; posición vista con envidia muchas veces desde el ámbito agroalimentario español.

Estas son algunas claves de las coincidencias y de las diferencias que hartan a los agricultores en España y Francia:

Políticas de la UE

Las organizaciones agrarias de los dos países coinciden en que el momento es especialmente difícil y en que las políticas de la UE les agobian.

Las asociaciones mayoritarias están integradas en el Copa-Cogeca -que agrupa a las organizaciones agrarias y cooperativas comunitarias- que ha lamentado la excesiva carga de la PAC sumada al Pacto Verde.

En concreto, el Pacto Verde -proyecto estrella de la Comisión Europea (CE)- persigue una economía neutra en carbono mediante planes como la estrategia "De la Granja a la Mesa" o la de biodiversidad, que promueven más exigencias como la reducción de pesticidas o el incremento de superficie ecológica obligatorio.

Precios justos

Uno de los grandes lemas de las manifestaciones en Francia y en otros países europeos y el mensaje de la movilización del sector español más prolongada de los últimos años, la de 2020, que se interrumpió por la pandemia.

España dispone de la Ley de la Cadena Alimentaria, para equilibrar el reparto de poder entre los agricultores, industria y distribución.

Y las últimas reformas legislativas españolas incorporaron medidas para evitar la venta a pérdidas o que en los contratos figuren los costes de producción, valoradas por algunas organizaciones del sector, que siempre pide más, porque el precio justo es el objetivo más difícil, más que mantener los fondos de la PAC.

Por su parte, los productores franceses, según la organización FNSEA, han manifestado que pese a la legislación nacional (Egalim) la situación es "nefasta".

Política fitosanitaria, calidad y seguridad de los cultivos

La agricultura de la UE se rige por la misma política fitosanitaria y sobre pesticidas y, de hecho, los agricultores españoles y franceses en otras ocasiones han hecho piña para criticar que en las importaciones no se controlen productos de su competencia.

El primer ministro francés Gabriel Attal encendió la polémica hablando de competencia desleal por los productos importados de España y otros países, lo que rechazó el titular español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, manifestando que no existe esa desigualdad y que las condiciones son las mismas.

Gasóleo

Para aplacar a sus agricultores, Attal ha prometido una exención fiscal al gasóleo agrícola.

En España tiene esa exención y no está en entredicho.

Acuerdos comerciales

El campo y el Gobierno francés son especialmente críticos con el acuerdo firmado con Mercosur en 2019, aún no sido ratificado por las instituciones de la UE.

Temen que la liberalización de intercambios con gigantes agroalimentarios como Argentina o Brasil dañe su ganadería o su comercio de cereales y esgrimen diferencias en las normas ambientales.

La posición sobre Mercosur es compartida por muchos agricultores españoles, pero desde el punto de vista gubernamental es distinta; por ejemplo, la presidencia española de la UE hubiera deseado acabar 2023 con apretón de manos con el bloque latinoamericano.

Además, aunque Mercosur puede perjudicar a ciertos sectores, como la ganadería, España es un país deficitario en cereales -Francia es su segundo proveedor por detrás de Ucrania-.

Al hablar de acuerdos ha salido a relucir, tras los ataques violentos, la diferente percepción sobre el acuerdo de la UE con Marruecos, criticado por el sector hortofrutícola español.

Los exportadores españoles (Fepex) han apostillado que Francia es la puerta de entrada de más de la mitad de importaciones marroquíes a la UE.

Ucrania

Otra idea surgida en Francia, que también han esgrimido agricultores del este de la UE, es limitar las ventajas arancelarias a los productos de Ucrania.

De nuevo España tiene una posición diferente, por su déficit en cereales y proteínas; de hecho, Ucrania es el primer proveedor de grano español.