La exportación de vino alcanza un récord histórico pese a caída del volumen

La guerra de Ucrania y sus consecuencias sobre el comercio internacional y en la inflación impactaron en 2022 al vino, cuya exportación cayó en volumen pero se incrementó en valor, donde alcanzó un récord histórico...

La guerra de Ucrania y sus consecuencias sobre el comercio internacional y en la inflación impactaron en 2022 al vino, cuya exportación cayó en volumen pero se incrementó en valor, donde alcanzó un récord histórico.

"Afrontamos una situación inédita con dificultades en el comercio y un incremento de los precios. Tenemos que adaptarnos a esta nueva situación que parece que seguirá en los próximos años", indicó este jueves el director de la Organización Internacional del Vino (OIV), Pau Roca, durante la presentación de su informe anual sobre el sector.

En un año 2022, en el que la producción, la superficie y el consumo sufrieron pocos cambios, destacó el descenso del 5 "importado" lo que muestra el carácter global de esta bebida.

En 2022, la inflación provocó un incremento del 30 % de los precios de las botellas de vidrio y de las etiquetas, un 20 % de los corchos y del alambre que cierra los espumosos y un 45 % de las cajas de cartón, una subida que afectó a la demanda.

Los "desajustes" ligados a la crisis de inflación y de exportaciones, señaló, deben constituir "oportunidades" para el futuro en un sector que "ha demostrado que sabe adaptarse".

Así, Puig reconoció que el vino tinto está perdiendo atractivo y ha pasado de representar el 53 % hace 10 años al 48 % actual, frente a los espumosos o rosados, que ganan cuota de mercado.

"Hay que adaptarse a un nuevo consumidor", indicó Puig, que apuntó algunas ideas, como buscar una demanda cada vez más creciente por vinos "premium", utilizar los tintos como base para hacer espumosos o explorar los vinos desalcoholizados que, aseguró, "deben ser obra de los viticultores, no fruto de procesos industriales".

El informe anual de la OIV refleja también una caída del 0,4 % de la superficie de viña, hasta los 7,3 millones de hectáreas, lo que prosigue la estabilización registrada desde 2017, con descensos en España (-0,8 %), líder mundial con el 13,1 % del total, Argentina (-1,9 %), Portugal (-0,5 %), Estados Unidos (-0,8 %) o Sudáfrica (-1,2 %).

La superficie se mantuvo estable en China, Italia o Chile, mientras que subió en Francia (+0,8 %), India (+2 %), Rusia (+1,4 %) o Brasil (+0,8 %).

En un contexto de sequía generalizada en el sur de Europa y otras regiones del mundo, la producción de vino cayó un 1 % hasta los 258 millones de hectolitros, con Italia al frente, con 49,8 millones, seguido de Francia (45,6) y España (35,7), los tres países que elaboran más de la mitad del caldo mundial.

En 2022 destaca la caída del 14 % de los vinos australianos, del 7 % de los chilenos, el 6 % de los sudafricanos y el 29 % de los chinos, mientras que se incrementaron un 44 % los neozelandeses y un 63 % los suizos, elaborados en altitud y muy favorecidos por las altas temperaturas.

Estados Unidos, principal importador de vinos, volvió a ser el mayor consumidor, seguido de Francia, Italia, Alemania y Reino Unido, en un año en el que la demanda cayó un 1 % hasta los 232 millones de hectolitros.