Los ganaderos llenan de tractores el centro de Lugo y prevén quedarse "indefinidamente"

Decenas de ganaderos han llevado sus tractores al centro de la ciudad de Lugo y, poco a poco, fueron estacionados por sus propietarios en la Rolda da Muralla, donde permanecerán “de forma indefinida”...

Decenas de ganaderos han llevado este jueves sus tractores al centro de la ciudad de Lugo y, poco a poco, fueron estacionados por sus propietarios en la Rolda da Muralla, donde permanecerán “de forma indefinida” hasta que los ganaderos de carne, asfixiados por la subida de los costes de producción y los bajos precios de la carne en origen, obtengan respuesta satisfactoria por parte de la Administración a sus demandas.

La llegada de los tractores al centro de la ciudad se produjo mucho antes de lo previsto, casi una hora antes de la fijada por la organización que convoca esta protesta, Gandeiros Galegos da Suprema, para salir en grupo del Parque Empresarial das Gándaras.

A medida que iban llegando a la Rolda de la Muralla, los tractores iban quedando estacionados, según informó el presidente de Gandeiros Galegos da Suprema, Santiago Rego, para permanecer ahí, en la vía perimetral que rodea el monumento romano, de forma indefinida.

Entretanto, decenas de ganaderos de carne que participaban en la protesta se concentraban ante la Delegación Territorial de la Xunta de Galicia en Lugo, donde quemaron varias pacas de hierba seca ante la sede de la Administración autonómica, además de arrojar huevos contra la fachada del edificio.

Un amplio dispositivo policial se ocupó de proteger el edificio oficial, aunque no llegaron a registrarse incidentes de importancia.

Posteriormente, con bastante retraso sobre el horario previsto, partió la manifestación a pie de los ganaderos, que recorrió las calles del centro de Lugo y pasó por la Subdelegación del Gobierno para protestar contra el bajo precio de la carne en origen, los recortes de la Política Agraria Común y la falta de una solución para facilitar la convivencia de las explotaciones en extensivo con las poblaciones de lobo.

Ganaderos que participaron en la protesta recordaban que están cobrando menos por el fruto de su trabajo que “hace treinta años”.

“Hace treinta años, el kilo se pagaba a mil pesetas, a 6 euros, pero a nosotros nos ha subido el precio del pienso, que está 500 euros la tonelada, y otros insumos, además del gasóleo agrícola, que compramos a 1,10 euros. Todo ha subido, menos lo que nos pagan por la carne”, lamentaba uno de los manifestantes.

“Estamos aquí para reclamar que suba el precio que se nos paga por la carne que producimos. Al consumidor sí le subió el precio, pero a nosotros no. Además, la PAC nos condiciona muchísimo, porque son muchos trámites que luego no se ven repercutidos en un mayor beneficio para nosotros”, recordaba otra ganadera.

Santiago Rego reconoció que existen contactos extraoficiales con la Xunta de Galicia, aunque ninguna reunión formal desde el pasado 18 de abril, cuando se produjo la primera tractorada por las calles de Lugo.

En el caso del Gobierno central, afirma que ha tenido incluso “menos tacto”, porque el “mutismo” ha sido absoluto y no hubo respuesta alguna por su parte a las demandas planteadas en el manifiesto del pasado 18 de abril, que fue registrado por los ganaderos en la Subdelegación del Gobierno.

Rego reconoció que, llegados a este punto, “los ánimos están muy crispados” entre los productores de carne.

El presidente de Gandeiros Galegos da Suprema dijo que una de sus demandas es la creación de una línea de ayudas directas por producción de calidad, que llegue a los ganaderos a través de “la Indicación Xeográfica Protexida Ternera Gallega”.

En ese sentido, recordó que la carne está llegando a los consumidores “a un precio adecuado”, pero “al eslabón más débil de la cadena”, que son los ganaderos, no se le paga la parte correspondiente del valor generado en la cadena, porque siguen vendiendo el fruto de su trabajo a pérdidas.

Por ello, como posible solución, plantean la creación de una línea de ayudas específicas a la producción “de esa carne de extraordinaria calidad”, suficientes para “complementar” lo que cobran los ganaderos en origen para “cubrir los costes de producción y obtener un beneficio, como cualquier otro trabajador que realiza un trabajo”.