El Gobierno de Países Bajos negocia con el sector agrícola para intentar poner fin a la crisis del nitrógeno

El Gobierno neerlandés inició el pasado viernes la primera reunión con varias organizaciones representantes del sector agrícola para intentar poner fin a las movilizaciones de agricultores y ganaderos, surgidas por la amenaza de cierre de granjas para reducir las altas emisiones de nitrógeno en Países Bajos.

El encuentro, que tuvo lugar en la ciudad neerlandesa de Utrecht, buscó “una primera conversación exploratoria que es sumamente importante para las familias campesinas, que son unas 30.000 personas”, según señaló Sjaak van der Tak, líder de la organización LTO, que representa a una importante parte del sector.

No todos los grupos están presentes en este diálogo, aunque algunos, incluidos los más radicales, transmitieron a través de LTO el mensaje de que creen que el Gobierno no está preparado para cumplir con sus demandas y que no le ven sentido a sentarse a la mesa de negociación.

Además del primer ministro, Mark Rutte, el Gobierno ha estado también representado por los ministros de Nitrógeno, Agricultura e Infraestructura, mientras que el político liberal Johan Remkes ejerce como mediador entre las partes y seguirá manteniendo reuniones con el sector en los próximos días.

Rutte, que no aclaró si hay espacio para un cambio de planes en lo relativo al cierre de granjas, admitió que “hay mucha irritación” e “incertidumbre” en el sector y mostró su esperanza de que las organizaciones accedan a dialogar sobre el contenido de la crisis y el fin de esta crisis, que hoy es el principal problema nacional para el Ejecutivo neerlandés.

Aunque esta es la primera reunión del Gobierno con representantes del sector agrícola, el propio Rutte sí se ha estado reuniendo en las últimas semanas con algunos empresarios y productores en diferentes partes del país, y señaló que ha tenido “buenas conversaciones”, pero admitió que “las preocupaciones también son grandes”.

“Es importante tener un sector agrícola fuerte en este país, pero también lo es asegurarnos de que preservamos la naturaleza. Estos intereses deben mantener un buen equilibrio”, dijo.

El Gobierno neerlandés insiste en que el objetivo de reducir a la mitad las emisiones generales de nitrógeno es intocable pero, según dijeron fuentes oficiales a la televisión NOS, sí está dispuesto a discutir los plazos dentro de los cuales debe lograrse ese objetivo, ahora situados de cara a 2030.

Según datos oficiales, los agricultores son responsables del 41% de las emisiones de nitrógeno.