Caen un 30% los ingresos de las granjas avícolas por la subida de la luz, según JARC

El aumento de los costes de la energía está "poniendo en riesgo" las granjas avícolas catalanas, que han visto reducidos sus ingresos hasta en un 30%, según JARC...

La asociación Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC) ha denunciado que el aumento de los costes de la energía está "poniendo en riesgo" las granjas avícolas catalanas, que han visto reducidos sus ingresos hasta en un 30"precio suficiente" para poder compensar la subida de los costes de producción.

Por su parte, el jefe de la sectorial en JARC, Lluís Oliver, ha denunciado que "la distribución debe de acabar con las prácticas desleales y dejar de utilizar al pollo como producto reclamo, con unos precios que comprometen la rentabilidad de las granjas".

En relación al aumento de los costes, que también han afectado al gasóil, los piensos y los fertilizantes, el precio de la energía es el que más afecta a este tipo de granjas, ya que consumen mucha luz para poder mantener durante 24 horas una atmósfera favorable de temperatura, humedad y luz.

La asociación ha explicado que para los productores de huevos el precio de la electricidad y los envases son los que están reduciendo más sus márgenes de beneficio y, si la situación no cambia, "se agravará en verano, cuando se intensifica el uso de aparatos de ventilación".

El aumento de los costes no se ha visto repercutido en el incremento de ingresos, por lo que la entidad ha asegurado que hay granjas avícolas que están cerrando o alargando los períodos sin animales, "con la esperanza de que más adelante los costes de producción se reduzcan".

En 2020 se alcanzó un volumen de 98.100 toneladas de carne de pollo consumidas en Cataluña, lo que representa un 26,6 % del total de la carne fresca, con un consumo per cápita de 13,80 kilos.

El consumo de huevos, por su parte, ascendió en Cataluña a 74.282 toneladas, lo que representa 10,45 kilos por persona.

Por ello, la entidad ha reclamado que los ganaderos reciban un "precio suficiente" para compensar la subida y así, evitar que la falta de rentabilidad comporte un desabastecimiento en el mercado que favorezca la entrada de productos de países terceros que no cumplen las mismas normativas.

"Estas medidas deben aplicarse de forma urgente para salvar un sector muy identificado con nuestra cultura y que está sometido a inversiones constantes con el fin de garantizar la máxima eficiencia, el bienestar animal y la sostenibilidad", según JARC.