Symborg compra la 'startup' Glen Biotech especialista en 'picudo rojo'

La biotecnológica Symborg ha anunciado la adquisición de Glen Biotech, una 'startup' de la Universidad de Alicante con soluciones de biocontrol para agricultura. 

La tecnología de Glen Biotech está basada en Beauveria bassiana 203, un hongo con un alto potencial para el control de insectos plaga, que juega un papel clave en la lucha contra el picudo rojo, plaga que afecta principalmente a las palmeras. 

Symborg desarrollará nuevos productos que proporcionen al agricultor mecanismos biológicos para el control de plagas, alineado con la estrategia de la Unión Europea 'De la granja a la mesa'. 

El valor de mercado global actual de Beauveria bassiana se estima, según un reciente estudio publicado por Mnemonics Research Analysis, en torno a los mil millones de dólares y para el cual se prevé un crecimiento en torno al 16". 

“Nuestro objetivo es seguir liderando el desarrollo de soluciones innovadoras y eficientes para aportar sostenibilidad a la cadena agroalimentaria”, añadió.

Con esta operación, Symborg "refuerza su portfolio, así como su liderazgo en la transformación hacia un modelo agrícola más sostenible", indicaron fuentes de la compañía con sede en la Región de Murcia.

Glen Biotech, una 'spin-off' de la Universidad de Alicante

La 'startup' Glen Biotech surge como 'spin-off 'de la Universidad de Alicante en el año 2010 y se encuentra ubicada en el Parque Científico de Alicante. Actualmente, se encuentra en proceso de registro en Europa, Estados Unidos y otros países americanos de una sustancia activa fitosanitaria para mantener plantas sanas y libres de insectos. 

Sobre la adquisición, la socia fundadora de Glen Biotech, Berenice Güerri, destaca que “Symborg es un referente mundial en biotecnología y esta operación demuestra que hay una clara apuesta del sector hacia soluciones innovadoras y más amigables con el medioambiente". 

"En definitiva, vivimos un momento en el que la industria está escuchando al consumidor de productos agrícolas, el cual demanda tener en su mesa alimentos más saludables que han tenido un menor impacto en su producción”, concluyó.