Rosalía Uría (Cowvet): "El ganadero que acude a la recría dobla la producción y sabe el coste exacto"

Rosalía Uría Álvarez es una interiorista de 43 años de Cangas del Narcea (Asturias), que dió un giro a su vida para convertirse en gerente de un centro de recría de ganado bovino. El centro se localiza en Titaguas (Valencia), donde se han centrado en conocer las necesidades y el bienestar del ganado bovino lechero en las primeras etapas de su vida.


Nos ha contado para la sección ‘En nombre propio’, de Agrodiario, que Cowvet Centro de Recría se creó para la “investigación y desarrollo de novedosas estrategias de manejo nutricional y social de terneras de recría"...

Rosalía Uría Álvarez es una interiorista de 43 años de Cangas del Narcea (Asturias), que dió un giro a su vida para convertirse en gerente de un centro de recría de ganado bovino.


Uría y su marido, Francisco Sebastián González, veterinario especialista en reproductivo y gestión de granjas de leche, se iniciaron en el mundo de la recría en 2017, como una manera de conciliar trabajo y familia.


Con el centro de recría COWVET, Rosalía y Francisco, cubren la demanda de este tipo de orientación ganadera  por todo el Corredor Mediterráneo.


Uría nos ha contado para la sección ‘En nombre propio’, de Agrodiario, que Cowvet Centro de Recría se creó para la “investigación y desarrollo de novedosas estrategias de manejo nutricional y social de terneras de recría holstein”. El proyecto se financió con fondos FEDER - Fondo Europeo de Desarrollo Regional - y el CDTI - centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial. 


El centro se localiza en Titaguas (Valencia), donde se han centrado en conocer las necesidades y el bienestar del ganado bovino lechero en las primeras etapas de su vida. 



PREGUNTAS: 


1.- ¿Qué es un centro de recría y cómo surge la idea de instalarlo en Titaguas, un municipio de menos de 500 habitantes al noroeste de la provincia de Valencia?


Un centro de recría es una granja donde se recogen novillas futuras productoras a partir de los quince días de edad, y se devuelven a sus granjas de origen a los 8 meses de gestación, a punto de parir. También les damos biberón, les hacemos protocolos de vacunación, toros de genética personalizada. Y muchos protocolos que los ganaderos no hacen, la recría es la parte más pesada de la ganadería.

El origen de nuestra actividad fue que alquilamos una granja en Bétera, muy cerca de la capital - Valencia -, y probamos. Teníamos un cliente que hacía recría de su ganado en el centro ‘Rancho Las Nieves’, en Zaragoza, el centro más grande de España, y no sé si de Europa, y nos mandó unas novillas para criarlas nosotros. 

Nos mandó cuarenta novillas de golpe y se produjo un efecto llamada con los ganaderos de la zona, y en poco tiempo nos vimos con 200 animales. Nos planteamos ir más allá y buscar financiación. 

Entonces surgió que en Titaguas, un ganadero de carne vendía la explotación, porque también tenía ovejas y le iba mal económicamente con las vacas. Se dedicaba al engorde, estaba integrado con Mercadona, pero finalmente cerró. Llegamos a un acuerdo y le compramos la explotación. Seguidamente compramos campos alrededor, preparamos un proyecto de 3.500 cabezas, que con la nueva ordenación bovina, ahora no vamos a poder llegar, así que tenemos que cartilla para 1.900 animales, y todo empezó ahí.

Lo bueno de Titaguas es que a pesar de estar en Valencia, y que las vacas de leche tienen muchos problemas en cuanto a estrés por el calor y humedad, está en alto, a 800 metros; además, el clima es casi continental y no tienen estrés por calor. Durante el día hace calor, pero por las noches la temperatura se desploma, entonces los tiempos de rumia no se pierden. También usamos unos chips y collares que nos proporcionan esa información de los animales.


2.- ¿Cuál es la infraestructura necesaria para montar un centro de recría de estas características? ¿Han tenido ayuda de la Administración Pública?


No hemos tenido ayuda de la Administración, yo, como joven ganadera, obtuve una pequeña subvención que no llegaba para comprar ni un carro de comida. Tuvimos que acudir a los bancos, que confiaron en nosotros porque les presentamos un proyecto viable, con números.

Una entidad bancaria creyó en nosotros, y a partir de ahí, íbamos “friendo y comiendo”, con lo que ganábamos comíamos y ampliábamos, y así desde 2017. Pasé el período de incorporación del año, hicimos la granja de explotación prioritaria, y entonces pudimos acceder a las subvenciones. 

Desde entonces hasta ahora me han concedido una subvención, 4.000 euros, que me sirve para financiar una parte de los collares. Todavía no la he cobrado e hice la inversión hace un año. 

Por parte de la Administración no ha habido apoyo, tienen otras prioridades, como por ejemplo, en cerdos. Como las explotaciones porcinas generan más problema medioambiental, parten con más puntos a la hora de pedir una subvención. Vamos con desventaja respecto a otras especies. 

En cuanto a la infraestructura de un centro de cría lo básico son casetas individuales porque cuando entran las terneras tenemos que tenerlas en cuarentena. 

Hay lotes que las colocamos en parejas, pero porque tenemos un proyecto de investigación en marcha sobre bienestar animal respecto al comportamiento, a los datos del chip, al algoritmo obtenido, etc. Este proyecto lo estamos haciendo con una financiación del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), donde colabora INIA (Instituto Nacional de Investigación), IVIA (L'Institut Valencià d'Investigacions Agràries) y la Universidad Politécnica de Valencia. 

A partir de aquí, que es lo básico, necesitas infraestructuras para ir haciendo lotes de socialización, hasta que lleguen a la edad adulta, porque al final están todas en rebaño y se tienen que ir acostumbrando.

Y por supuesto se necesita maquinaria básica y una lechería porque realizamos nuestra propia fórmula de leche maternizada, hay que recomponerla y se necesitan tanques y otras máquinas para hacer la mezcla. Igualmente se necesitan biberones, carros de limpieza, en definitiva maquinaria dura. 


3.- ¿Qué tipo de explotaciones externalizan la recría de su ganado, es decir, quienes son sus clientes?

Hoy nuestros clientes son todos los productores de leche que quieran crecer, y tienen el espacio contado, claro, la recría les ocupa la mitad de la explotación. Si la externalizan, pueden ordeñar más vacas y preservar su genética.

Muchos ganaderos a la hora de reponer las vacas traen de fuera y esto supone varios problemas: la genética no sigue la línea de su explotación; y los animales pueden venir con tuberculosis, brucelosis o cualquier enfermedad.

En caso de seguir la línea genética de su explotación, todo son ventajas. Si están ordeñando cien vacas, yo les crío otras cien, que es el espacio que les ocuparía la recría y pueden ordeñar a doscientas vacas. Y al año, cuando van a parir las de recría, les devuelvo la reposición, siempre van a estar produciendo y doblan la explotación. 


4.- Un centro de recría, ¿puede únicamente servir a explotaciones cercanas o su área de mercado es para toda España"/images/showid/5834049.jpg" alt="RECRu00cdA 2">

11.- Como nos ha comentado al principio, también inseminan a las novillas en el propio centro de recría, ¿cómo es esta fase?

Trabajamos con cuatro casas de semen y nuestros veterinarios eligen los toros a demanda del cliente. Esto se debe a que hay clientes que tienen robots de ordeño y la genética tiene que buscar que esos ejemplares tengan las ubres más grandes para que el robot las coja.

Se suelen elegir toros equilibrados y las terneras a partir de los once meses, si dan la medida para ser inseminado, se inseminan. Todo depende de la medida de pelvis que tenga y de la talla de altura.

Hay que tener en cuenta que cuanto antes se insemine, antes empiezan a producir. Nuestra media en el centro es de veintidós meses. Unas se quedan preñadas a los once, doce, catorce, otras a la cuarta inseminación, todo depende de la evolución de crecimiento de cada animal.

En las explotaciones de origen las suelen inseminar con veinte meses, a los que hay añadirles nueve de gestación. Y la vaca empezaría a producir muy tarde, a los treinta meses. 


EN NOMBRE PROPIO:

Un lugar de vacaciones: Cangas del Narcea

Una comida: pote asturiano

Género de cine: thriller

Actividad para desconectar: esquí

Un sueño para el sector: que nos dejen trabajar y vivir en paz

Una fiesta en el año: el Carmen

Un valor: honestidad