Agroseguro cifra en 180.000 hectáreas y 50 millones las indemnizaciones por sequía en Andalucía

Los daños producidos por la sequía en Andalucía se cifran ya en 180.000 hectáreas siniestradas y 50 millones de euros en indemnizaciones, según han avanzado fuentes de Agroseguro.

De acuerdo a las mismas fuentes, se trata de parcelas con cultivos herbáceos, fundamentalmente cereales y leguminosas, que están analizando más de un centenar de peritos de la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados, desde hace semanas.

"Además de la falta de lluvia desde principio de año, el calor intenso del mes de abril hizo que el cultivo se adelantara, se secara y madurara antes de tiempo", ha explicado a Efeagro el director territorial de la entidad en Andalucía, Juan Francisco Delgado, quien argumenta por tanto que las últimas lluvias ya no benefician a los cultivos.

"Para los cereales ha llegado tarde", según Delgado, quien ha recordado que se viene "de un par de años ya malos, con agricultores que son conscientes e incluso ya no siembran ciertos productos, como el arroz o el tomate de industria porque saben que no van a disponer de agua".

Delgado ha reconocido que en Andalucía no han tenido "sequías de esta dimensión y tan generalizadas, con rendimiento tan bajos" y una recolección tan temprana que incluso en algunas zonas comenzó a 15 de mayo.

Según ha recordado, los siniestros no tienen por qué ser del cien por cien; se garantiza una producción y cuando ésta se sitúa por debajo se le indemniza: "por eso, si tienen que cosechar se deja una 'muestra testigo' para que los peritos la tasen y puedan valorar el daño que tiene la parcela".

"Cuando los asegurados necesitan cosechar, dejan una franja de ancho de la cosechadora a lo largo de la parcela para los peritos. Tiene que ser el 5 ", ha precisado la coordinadora de tasaciones de Agroseguro en la comunidad autónoma, Marta Reynolds.

Peritos como Carmen Fernández, quien durante su trabajo en las parcelas de la finca San Andrés (Las Cabezas de San Juan, Sevilla) utiliza un dinamómetro para pesar muestras y un aro de 0,25 metros cuadrados con el que cuantifica el cultivo, de modo que puede calcular la media de producción y comunicársela a los agricultores, para que den su conformidad (ya que realizan sus propios cálculos).

"En un primer análisis visual podemos percibir, por ejemplo, en el caso de la sequía, que hay grietas en el suelo, mucha distancia entre las plantas y que éstas tendrían que tener más grano y más lleno", ha detallado, y después con el aro y el dinamómetro sumamos datos objetivos con los que completar el resultado de la peritación.

Los instrumentos de medición varían según el cultivo y el siniestro (sequía, pedrisco, etc.) y tienen que "estudiar la norma de peritación que se establece para cada caso", ha señalado Fernández, quien subraya la "buena relación" con los agricultores, que les reciben en un mal momento por cómo el daño afecta a su rentabilidad y en su mayoría están conformes con los resultados.

En el caso de la finca San Andrés y según su encargado Antonio Romero, no ha llovido desde el 27 de diciembre hasta la última semana de mayo, lo que ya "no vale, porque el cereal esta seco y para cosecharlo, y no va a cambiar su situación".

"No podemos hacer nada en contra de la naturaleza, si no llueve no llueve; es la vida del agricultor. Y cuando pasa algo así tu esfuerzo no se ve recompensado. Aunque te paguen la indemnización, emocionalmente estás mal, porque te ha llevado un año intentando crear una cosa que no has conseguido", ha asegurado Romero.