El Gobierno murciano reclama al Estado ayudas para cubrir las pérdidas a los exportadores por el bloqueo en Francia

El Gobierno de la Región de Murcia ha solicitado al Ejecutivo central que empiece a trabajar cuanto antes en una línea de ayudas para compensar las pérdidas económicas tras el bloqueo de los camiones españoles en territorio francés. 

Esta petición es una de las decisiones adoptadas tras la reunión mantenida ayer en el Palacio de San Esteban entre el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, y el presidente de la Asociación de Productores-Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia (Proexport), Mariano Zapata, para evaluar los daños que está provocando esta situación.

Tras la reunión, la consejera de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Sara Rubira, afirmó que el Ejecutivo autonómico está “muy preocupado” ante la “inacción” del Gobierno central, que “ha tardado cuatro días en reaccionar”, y exigió “medidas excepcionales” para hacer frente a las pérdidas que está generando la huelga en Francia.

“No sólo hay que tener en cuenta las cargas que se puedan perder por los altercados, sino también las cancelaciones de envíos que ya estaban preparados”, recordó Rubira. 

Además, alertó de que si los huelguistas siguen cortando las comunicaciones por carretera, las pérdidas para las empresas exportadoras de frutas y hortalizas de la Región “se pueden multiplicar, y se puede complicar mucho la situación financiera de estas empresas”.

La Comunidad también reclama al Gobierno central “que defienda ante la UE que se cumplan los acuerdos con terceros países” así como que se intensifiquen los controles en frontera, “y que se activen las cláusulas espejo, para que todos los productos cumplan con la normativa sanitaria”, señaló Rubira. Igualmente, la consejera se comprometió a que el Ejecutivo regional “siempre va a estar al lado de los agricultores”.

Según Rubira, el Gobierno de España “debe defender a nuestra agricultura, y eso se hace con políticas para conseguir la sostenibilidad económica, y no sólo la ambiental”. Por todo ello, “se deben preocupar de que nuestras explotaciones agrarias sean rentables, o no tendremos agricultores que cultiven nuestras tierras”.