Ciencia

El 90% de semillas del entorno de olivar son dispersadas por aves migratorias de invierno

sábado, 4 de mayo de 2024


Rubu00e9n Tarifa en hu00e1bitat de olivar y u00e1reas seminaturales aledau00f1as (Foto Francisco MCamacho Fund Descubre)


Un equipo de investigación de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA, Almería), Universidad de Jaén y la Universidad de Cádiz ha determinado que las aves migratorias de invierno dispersan casi el 90 % de las semillas de plantas de fruto carnoso en el entorno del olivar.


Según una nota de la Fundación Descubre, se trata de la primera vez que un trabajo de investigación centrado en el paisaje de olivar clasifica las especies dispersoras en migratorias y residentes. Hasta ahora no se conocía el papel de cada uno de los gremios de aves frugívoras en este entorno, ni cómo afecta la pérdida de hábitat natural tanto a la abundancia de aves como a la frecuencia con la que dispersan semillas.


Ésta es una de las funciones ecológicas que realizan estos seres vivos, que sirve para el mantenimiento y la permanencia de las comunidades vegetales.


Estas aves habitan entre los olivos, pero también en los parches de monte, es decir, zonas forestales colindantes a las fincas agrícolas. Estas áreas poseen múltiples beneficios para el paisaje, por ejemplo: evitan los efectos negativos del avance agrícola y sirven como refugio y fuente de alimento para muchos seres vivos, entre ellos, las aves.


“A pesar de su importancia y su función ecosistémica, estas zonas están desapareciendo paulatinamente, sustituidas por más superficie de olivar”, explica a la Fundación Descubre Rubén Tarifa, investigador de la EEZA-CSIC.


El conocimiento que aportan los investigadores en su estudio ‘Woodland loss differently affects seed dispersal by resident and migratory avian frugivores in olive grove-dominated landscapes’ publicado en 'Agriculture, Ecosystems & Environment', revela que la mayoría de las semillas que dispersan las aves proceden de los remanentes de hábitat natural próximos a los cultivos de olivar.


Asimismo, los expertos destacan que el 90 % de las mismas las distribuyen las aves migratorias que pasan el invierno en el olivar. Con esta información, pueden desarrollar planes de restauración y conservación de los parches de monte.


Veinte fincas de olivos andaluces


Para elaborar este trabajo, los investigadores pusieron el foco en 20 fincas de olivos andaluces ligadas al proyecto Life Olivares Vivos + de las provincias de Córdoba, Sevilla, Jaén, Cádiz, Málaga y Granada, donde abundan estos cultivos.


En ellas, los expertos identificaron entre los meses de septiembre y febrero las especies de aves y las clasificaron en tres tipologías. Por un lado, las residentes, que son aquellas que habitan todo el año en el olivar; por otro, en migratorias invernales, aquellas procedentes del norte de Europa y que pasan los meses de invierno en este paisaje; y por último, las migratorias subsaharianas, aquellas que pasan por las fincas de olivos al final de verano, cuando marchan a África.


Los investigadores contabilizaron, además, el volumen de semillas que viajaba con cada especie.


Para evaluar las especies de plantas que dispersaba cada ave, realizaron anillamientos científicos tanto dentro del hábitat de olivar como en los remanentes de vegetación natural que acompañan al cultivo.


Capturaron con redes ejemplares de cada ave frugívora para poder identificar las semillas que dispersaban mediante el análisis de sus defecaciones. De este modo, identificaron casi 1.300 semillas de 24 especies de plantas, siendo las más frecuentes el lentisco y el ‘tomatillo del diablo’.


Además, contabilizaron la abundancia de las aves mediante puntos de censos. “Confirmamos que tanto la abundancia de aves como la frecuencia de dispersión de semillas eran superiores en las zonas boscosas que en los olivares, y que ambas se reducían a medida que disminuía la cobertura forestal natural del paisaje de olivar”, explica Rubén Tarifa. 

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